Capitulo 16 fallaste Kosair ¡acéptalo! ¡SANDER ESTÁ MUERTO!

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Kosair buscó a su hermano con angustia en los recodos del río en el que había caído. No paraba de sumergirse en el agua preocupado porque su pequeño hermano hubiera caído inconsciente y su cuerpo se hundiera.

Pero no lo encontró, no había rastro de él además de su macuto flotando. El bolso se había roto por todo el trajín que habían pasado y ahora estaba flotando cerca de Kosair.

El forestal, ya desesperado, empezó a gritar el nombre de su hermano con el poco aliento que tenía en los pulmones, había tragado demasiada agua y su cuerpo le pasaba factura, pero no le importaba, no le importaba nada con tal de encontrar a su hermano.

Al poco tiempo de estar gritando Kosair escuchó un ruido proveniente de la floresta. Su corazón dió un brinco en su pecho con la esperanza de que fuera su hermano, Kosair pensó que quizás el chico había caído lejos de él y que lo había alcanzado por tierra firme.

Pero la decepción lo golpeó de frente cuando vió aparecer una cabecita rubia y unas mejillas rozadas adornadas con pecas. No era Sander.

Kosair apenas pudo ocultar la expresión de decepción en su rostro al ver al estrellado correr hacia el preocupado, en ese momento al único que le interesaba ver era a su hermano, y nadie más aparte de él.

Elnath le insistió a Kosair en que saliera del agua y que lo dejara limpiar sus heridas, ya que varias de las que el forestal había recibido en el reino del fuego se volvieron a abrir, sumadas a las que las piedras del río le habían hecho convirtiendo su cuerpo en un manojo de heridas.

A estas alturas la piel del chico empezaba a asemejar a una camisa vieja y haraposa desgarrada, una como la que le colocaban a los espantapájaros en su hogar.

Kosair no quería salir del agua, pero el sonido de pasos volvió a encandilar su mente, esta vez los pasos eran mucho más silenciosos, como si los pies a duras penas tocaran el suelo o si el responsable de aquellas pisadas corriera dando saltos.

Para esas alturas la mente de Kosair no dejaba de reprocharle.

- Reprocharle el hecho de ilusionarse con cualquier mínimo ruido.

- Reprocharle el hecho de no haber evitado que Sander no cayera al río.

- El haberlo dejado solo.

- El haberlo empujado.

Pero sobre todo, el hecho de haber dejado que se le resbalara de sus brazos al caer por la cascada, el no haberlo sostenido con más fuerza, el no haberlo salvado.

Los reclamos de su mente no paraban de atormentarlo cuando Nurbanu apareció entre las ramas con el rostro cubierto en una capa igual a cuando se habían conocido. Pero de Joas no había ni el recuerdo. El elfo no estaba por los alrededores.

Kosair salió del agua al verla, entendió que su hermano no estaba en el agua, pero la tierra no se pudo haber abierto para tragárselo, él tenía que estar cerca.

Elnath al ver que el forestal salía del agua lo sostuvo del antebrazo con la intención de ayudarlo, pero la mirada del forestal lo paralizó al instante. Kosair sé había volteado en su dirección apenas el estrellado tocó su piel dejando su rostro a solo un par de centímetros.

- Tú conoces este lugar, dime a donde conduce este río, guíame a encontrar a mi hermano.

Dijo Kosair en un tono de voz que más que una orden sonaba como una súplica. El forestal estaba empezando a quedarse sin cartas y el tiempo corría sin compasión ni miramientos, su hermano podía estar herido en algún sitio corriendo el peligro de encontrarse con algún animal salvaje o con bandidos. No podía darse el lujo de perder el tiempo adivinando el camino.

El loco de los mil mundos (18+)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora