***Reinó del fuego año de 1526
Los dos hermanos cayeron en un campo desértico y solitario de suelo pedregoso, ninguno de los dos lograba entender que había pasado, cómo habían llegado ahí o siquiera saber dónde estaban parados.
Kosair empezó a ver todo a su alrededor buscando algo familiar o alguna amenaza, mientras que Sander buscaba un camino de regreso, pero su atención fue atrapada por la campana que su hermano tenia colgada de la túnica.
- ¿De dónde sacaste esa campana Kosair?
Fue entonces cuando todo empezó a tomar sentido en la cabeza de Kosair el cual volteo a ver a su hermano unos segundos, pero de inmediato empezó a acercar la campana a todo a su alrededor mientras decía.
- Es la campana del bastón del mago director de visiones, el de los seis ojos. Se debió de enganchar a mi ropa cuando pase a su lado, si esta es la razón por la que estamos aquí, esto es un catalizador, el objeto con el que se abren las puertas mágicas que hicieron las hadas para moverse entre mundos y reinos.
Sander negó con la cabeza llevándose una mano a la frente.
- ¿Y se puede saber por qué se te engancho esa campana a las ropas?
Kosair interrumpió a su hermano antes de que siguiera hablando.
- Guárdate él regañó para después, la puerta de regreso no está aquí y si lo está esta cosa no la abre. Cuando volvamos a casa sermonéame cuánto se te antoje, pero mientras estemos en un lugar donde no sé si nuestras vidas están en peligro o no, te lo guardarás, te mantendrás callado y con los ojos bien abiertos.
Sander no pudo disimular su sorpresa, era la primera vez que su hermano le hablaba tan serio sin una sola pista dejo jocosidad en su voz. En ese momento él entendió que sus vidas verdaderamente pendían de un hilo.
Ambos forestales llegaron a la decisión de caminar en dirección al campo de peñascos gigantes, ya que estaban en una planicie de fácil acceso y la luz que centello cuando ellos llegaron a ese sitio se debió de haber visto a muchos kilómetros de distancia.
Después de haber caminado no más de una hora escucharon voces más el galope de unas extrañas criaturas, solo eso les faltaba, compañía, ahora si que habían terminado de tirar la torta.
Kosair empuño su espada listo para combatir, pero su hermano que era más cauteloso y precavido, lo empujó a unos matorrales de piedra carbonizada donde ambos se ocultaron.
En ese momento aparecieron caballeros sombra sobre una especie de corceles de pezuñas de fuego.
Los caballeros sombra eran la mayor amenaza proveniente de las criaturas del mal, armaduras de acero que eran controladas por sombras malditas, no se les podía herir, ya que cuerpo no poseía, incansables en combate, he inmortales, cualquier enfrentamiento con esas criaturas era una sentencia de muerte.
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El loco de los mil mundos (18+)
FantastikJamás me mostraron sus cuerpos, si me hubieran mostrado los cuerpos les hubiera creído pero ¿Cómo se resigna una madre? Una madre jamás pierde la esperanza...