Capítulo 26

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Harry sonreía ante las payasadas de Draco cuando entró en su habitación y se tiró sin contemplaciones en su cama, donde había tres almohadas nuevas. Eran de color azul claro y destacaban sobre las sábanas doradas y carmesí. "Qué raro" pensó Harry y cogió uno de los fardos increíblemente suaves antes de olerlo experimentalmente y gemir de placer.

Eran las almohadas de sus compañeros; la que ahora tenía pegada a su cara tenía el delicioso aroma de sus tres compañeros. Harry sonrió dentro del material y se acostó en la cama, completamente vestido, y se acurrucó alrededor de las tres almohadas. -Merlín, quiero a Dobby-. Dijo en voz baja antes de quedarse dormido.

-Te crees muy gracioso, ¿verdad?- Preguntó Lucius al entrar en su habitación y ver a Severus en la cama leyendo un libro y a Draco revolcándose en el suelo, sujetándose el estómago mientras reía como un loco.
-S-s-siento... Yo... no pude... ayudar... a!- Draco siguió riendo durante su explicación y la veela mayor miró a Severus, quien simplemente negó con la cabeza antes de concentrarse en su novela. Al parecer, él no sería de ayuda.

-Espero que seas consciente de que he estado a punto de descubrir cómo hacerlo nuestro-. Eso detuvo la risa de Draco e hizo que Sev cerrara inmediatamente su libro y se sentara; obviamente, esperando recibir toda la historia.

Lucius se dio cuenta de lo interesados que estaban sus compañeros y sólo para hacerlos sufrir, comenzó a desvestirse para ir a la cama, negándose a decir una palabra todo el tiempo.

-¡Vamos! No puedes decir algo así y luego dejarnos colgados-. Miró a su hijo de forma mordaz antes de empezar a cepillar lentamente su pelo platino.

-Puedo y lo haré, tal vez la próxima vez ustedes dos piensen antes de hacer semejante maniobra-.

-Yo no he hecho nada-. Severus negó y Lucius se limitó a mirarlo con desprecio mientras se ponía un pantalón de dormir y se sentaba en la cama, con la espalda apoyada en el cabecero.

-Sí, no hiciste nada para detenerlo. He descubierto que una mano sobre la boca de Draco suele silenciarlo-. Lo sabía, lo había hecho varias veces a lo largo de los años; el chico tenía un grave problema para hablar, reírse, burlarse y simplemente hacer ruidos verbales en momentos inapropiados.

-Dinos de una vez. ¿Qué ha pasado?- Draco saltó sobre el colchón y parecía tener la mitad de su edad mientras rebotaba excitado. -¿Te dijo que quería que te lo follaras pero salió corriendo cuando me oyó? Oh, lo sé, estaba a punto de revelar su inane miedo al rechazo cuando tú...-

-Para-. Lucius se inclinó hacia delante y puso una mano sobre la boca de su hijo y otra en la nuca. -Shhhh. Tranquilo-. El niño asintió con entusiasmo y Lucius esperó varios segundos antes de soltarlo.

-Muy bien entonces. No fue nada tan... imaginativo como mencionaste, sólo le pregunté a Harry si se estaba haciendo el difícil o si estaba realmente incómodo-. Severus se había arrastrado hasta sus compañeros rubios y en ese momento estaba acurrucado alrededor de Draco y mirando a Lucius como si fuera a estrangularlo si el hombre no completaba la historia.

-Dijo que no lo sé, pero prácticamente pude oír los engranajes girando en esa linda cabecita suya. Si alguien no hubiera decidido gritar junto a la puerta, estoy seguro de que habría obtenido una mejor respuesta o, mejor aún, una explicación-. La habitación se volvió extremadamente silenciosa cuando Draco y Severus se dieron cuenta por fin de lo mucho que habían metido la pata.

-Entonces, ¿vas a decírselo a alguien o vas a mantener el secreto?- Preguntó Harry a Ron y Hermione a la mañana siguiente durante el desayuno. -Porque no te ofendas ni nada, pero creo que la gente se va a enterar de que pasa algo cuando empieces a mostrarte y si ser, bueno, yo como me enseñó algo es que si la gente va a hablar, quieres controlar lo que dicen-. Harry cogió una tostada y la mordió tranquilamente mientras observaba cómo sus amigos se lanzaban miradas y señales extrañas.
-Probablemente lo guardemos para nosotros por ahora, o al menos hasta que nuestros padres lo sepan-. Dijo Hermione y Harry lo entendió completamente, sólo podía imaginar lo que Molly Weasley haría si se enteraba del embarazo por otra persona... no era un pensamiento agradable.

HARRY POTTER AND THE PROPHECY OF ESCLARIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora