Capítulo 11

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A la mañana siguiente encontró a Harry en el Gran Comedor, acababa de terminar de contarle a sus dos mejores amigos lo que había sucedido la noche anterior y Ron y Hermione aún lo miraban con una mezcla de sorpresa e incredulidad, varios momentos después.

-Oh, lo siento mucho Harry. Si lo hubiera sabido, te lo habría dicho-. Dijo Hermione refiriéndose a su forzado cambio de resitencia antes de advertir su mirada hacia su regazo y mirar como si sintiera que toda su situación era culpa suya. -Podríamos haber resuelto algo-.

Harry se inclinó con cuidado hacia delante, asegurándose de permanecer fuera del montón de huevos revueltos que tenía delante, y llamó la atención de Hermione antes de hablarle. -No te preocupes, Mione. No hay nada que puedas...- Algo en la afirmación de Harry hizo estallar a la chica y levantó la cabeza con enfado, haciendo que Harry retrocediera.

-Podría haber investigado más. No te mereces lo que te han hecho, Harry, ha sido cruel y completamente improcedente-. ¿Más investigación? ¿Era eso físicamente posible?.

-Pero ellos SÍ lo hicieron, lo único que puedo hacer ahora es intentar recuperarlos-. Harry ya tenía unos cuantos planes sobre cómo hacerlo, cada uno más cruel e inusual que el anterior.

-No dejes que esto se convierta en una gran batalla, Harry. Tienes que aprender a llevarte bien con ellos-. ¿Por qué? Las batallas sonaban divertidas en este momento, teñir algunas túnicas de enseñanza de color rosa, encantar plumas para cantar cada pensamiento inapropiado, suena como una explosión ¿verdad?.

-Como si eso fuera a suceder-. Dijo Ron, que había permanecido en silencio hasta el momento. -Ahora, lo que tienes que hacer es...- Se había inclinado hacia adelante para susurrarle algo a Harry, sólo para que lo jalaran hacia atrás por el cuello de la camisa y le llenaran la oreja de novia.

-¡Ron!-.

-¿Qué?- Era obvio que el pelirrojo no tenía ni idea de lo que Hermione estaba diciendo.

-No lo animes-.

-Pero Mione-.

-Ron-. La mirada que Hermione lanzó al chico habría sido graciosa si no estuviera realmente dispuesta a arrancarle la cabeza y dársela de comer a un dragón.

-Bien-, Ron se volvió hacia Harry y suspiró -Harry, deberías hablar de tus sentimientos e intentar solucionar tus problemas con tus compañeros-. El hombre dio un mordisco a su tostada antes de preguntar a Hermione. -¿Mejor?-.

-No tienes gracia-. Hizo un gesto de mal humor y Harry se sintió de repente muy mal por su amigo de toda la vida. Hermione iba a matarlo, eso era perfectamente obvio.

-¡Está bien! Ya he oído suficiente. Ron, tenemos que ir a clase. Hermione, te veré en pociones, guárdame un asiento-. Con eso, Harry se levantó y marchó fuera del Gran Comedor, evitando cuidadosamente que los otros estudiantes salieran también.

-¡Espera!- Oyó que Ron lo llamaba al llegar a la escalera, y frenó lo suficiente para que el hombre más alto lo alcanzara. -Oye, lo siento, m... Harry. Herm y yo nos hemos liado un poco-.

-Lo entiendo. Es que odio verlos pelear a los dos, incluso esas pequeñas rencillas me afectan-. La cara de Ron se iluminó al instante como si su madre se hubiera olvidado de enviarle un jersey Weasley por Navidad.

-¡Aww!- Harry se echó un brazo a los hombros al instante y supo a dónde iba a parar esta conversación. -No te preocupes, cariño, mamá y papá siempre te querrán-.

-Mierda-.

¿Cómo podía esa mujer encontrar OTRA manera de que muriera? Esta vez la profesora Sybil le había informado con esa voz espeluznante que le atacaría un unicornio y que no sobreviviría al encuentro. Merlín, la mujer estaba loca, ¿por qué había aceptado tomar su clase?.
Harry pensó en esto mientras cruzaba la puerta de la clase de pociones antes de notar inmediatamente que había un hombre extraño sentado en la esquina y mirándolo mal. Pero en una nota completamente diferente, Hermione le había guardado un asiento y ahora le estaba haciendo señas para que se acercara.

HARRY POTTER AND THE PROPHECY OF ESCLARIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora