Capítulo 28

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-¡Harry! ¡Hermione!- llamó Ron cuando el dúo apareció. -¿Qué está pasando? ¿Por qué todos son de diferente color?- El que solía ser pelirrojo era ahora de un púrpura brillante y parecía estar a punto de desmayarse.

-Ron, es una poción que hicimos en clase, se supone que ayuda a alguien a encontrar su alma gemela-. Hermione le dijo a su angustiado novio, quien, por suerte, pareció calmarse después de que ella lo tranquilizara.

-¿Y los diferentes colores hacen esto cómo?- preguntó Ron, observando a los estudiantes de alrededor que se dirigían rápidamente a sus propias clases, creando un interesante efecto de arco iris, aunque sólo un pequeño porcentaje de los estudiantes estaban realmente coloreados.

-Bueno-, habló finalmente Harry, que no pudo mirar a sus amigos morados. -Según Sev, al parecer las almas gemelas se vuelven del mismo color-. Tanto Ron como Hermione se acercaron inmediatamente y extendieron sus manos, una al lado de la otra, para analizar su tono de morado.

-Maldita sea-. Susurró Ron y Hermione sólo asintió antes de lanzarse sobre el hombre y llenarle la cara de besos.

-¡No necesito ver eso!- Dijo Harry en voz alta y la pareja pareció no oírle mientras seguían... haciendo... cosas absolutamente asquerosas.

-Entonces no mires-.

Sabiendo que mantener cualquier tipo de conversación con sus amigos era ahora imposible, Harry suspiró antes de dejarse arrastrar por la corriente de estudiantes y se dirigió hacia DADA, pensando ya en excusas para explicar a Lucius la ausencia de Ron y Hermione.

En la cena de esa noche, el gran comedor era una completa locura, cada uno de los estudiantes brillaba con un color diferente y, aunque la mayoría eran de séptimo año, Harry no tardó en darse cuenta de que incluso los otros estudiantes, algunos ta...

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En la cena de esa noche, el gran comedor era una completa locura, cada uno de los estudiantes brillaba con un color diferente y, aunque la mayoría eran de séptimo año, Harry no tardó en darse cuenta de que incluso los otros estudiantes, algunos tan jóvenes como los de primer año, estaban rodeados de las coloridas auras y se acurrucaban con sus almas gemelas mayores y se conocían.

Dumbledore hizo un anuncio justo antes de que la comida apareciera en las mesas, indicando que todas las entradas de los dormitorios estarían cerradas para mantener a raya la tentación, algo que hizo que todo el salón gimiera de decepción. Esto incluía a Ron y Hermione que, seis horas después de descubrir que estaban destinados a estar juntos, aún no habían dejado de besuquearse; algo que explicaba por qué los asientos junto al trío de oro estaban vacíos.

-Eh... ¿Chicos?- dijo Harry, con la esperanza de llamar la atención de sus amigos, pero lamentablemente, todo fue en vano, ya que el dúo seguía marcando al chico de enfrente, de por vida.

-¿Ron? ¿Hermione? Sabes que tienes que respirar, ¿verdad?-.

Nada, ni un sonido de la pareja, salvo los esperados, claro.

-Déjenlos en paz-. Una voz muy familiar dijo desde atrás de Harry y este sonrió alegremente mientras inclinaba la cabeza hacia atrás para ver a su compañero.

HARRY POTTER AND THE PROPHECY OF ESCLARIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora