Capítulo 6

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Harry miró el índice de la portada del libro que Hermione le había entregado y estuvo a punto de cerrarlo sin leer una sola línea. La cosa era enorme, tenía secciones para todo, desde la historia hasta el apareamiento, y Harry no sabía por dónde empezar.
Después de varios minutos de mirar fijamente, el joven decidió morder la bala y empezar por el principio, para leer sobre la historia de su... pueblo.

La mayor parte del capítulo era aburrido, como "preferiría sacarme un ojo antes que leerlo". Hablaba de cómo durante siglos el pueblo alado de Esclaria fue un mito como un unicornio rosa, pero entonces, en 1167, el primer Alchai dio un paso adelante, desde entonces sólo se han registrado ciento cuatro Alchai conocidos.

Debido a esto, el capítulo de historia era bastante corto y antes de que se diera cuenta, el mago de pelo oscuro estaba leyendo sobre las diferencias entre los Alchai y los magos humanos, aunque no lo crean, había bastantes.

Los alchai pueden parecerse a los humanos, pero están lejos de ser lo mismo. Los alchai son una criatura humanoide alada, originaria de la tierra de Esclaria, y que una vez se pensó que eran mitos. Son más rápidos, más fuertes y capaces de procesar la información con mucha más eficacia que el mago medio. Los alchai suelen tener el pelo oscuro, los ojos de color lavanda a violeta y las alas pueden ser de cualquier color y tonalidad del arco iris. Tienen tres parejas, que pueden ser todas masculinas, todas femeninas o una mezcla de las dos.

La sección continuaba, describiendo muchos de los cambios y diferencias físicas y mentales con los que Harry tendría que lidiar ahora, y aunque hojeó el capítulo, su interés había llegado a su punto máximo e inmediatamente después de decidir que no podía encontrar nada de interés en la zona actual del libro, se dirigió a la parte de atrás, a la sección que decía "Los alchai y sus hábitos de apareamiento".

La sección continuaba, describiendo muchos de los cambios y diferencias físicas y mentales con los que Harry tendría que lidiar ahora, y aunque hojeó el capítulo, su interés había llegado a su punto máximo e inmediatamente después de decidir que n...

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Harry medio deseaba que alguien lo obliviara; estaba tumbado en la cama que a menudo se convertía en la suya cuando se quedaba aquí y miraba el cielo. Todo lo que creía saber sobre futuros cónyuges, hijos e incluso sexo había cambiado.

Los alchai o medio alchai con el gen dominante no conciben a través del coito, sino mediante la magia. A diferencia de muchas otras criaturas mágicas humanoides, no es necesario utilizar amuletos o pociones anti-concivimiento durante los actos sexuales después de la unión original; aunque será necesario utilizarlos cada vez que los cuatro compañeros realicen magia en el mismo momento y lugar.

Ya sea por accidente o planeado, un embarazo Alchai es un milagro. Tanto el hombre como la mujer pueden gestar al niño y la propia magia elegirá qué miembro del grupo emparejado es el más adecuado para gestar a la cría. El periodo de gestación de estas criaturas es de aproximadamente cuatro meses, el niño se alimentará de las energías mágicas de los padres y crecerá mucho más rápido que el feto medio.

Había otro título del libro en la última página del capítulo y Harry lo había garabateado en un trozo de pergamino rayado, que ahora tenía agarrado con fuerza en la mano izquierda.

-Harry-, Ron entró repentinamente en la habitación y se dio cuenta de que su amigo estaba tumbado en la cama y parecía que su vida había terminado. -¿Has leído ese libro?-.

-Una parte-. Respondió Harry sin mirarlo.

-Bueno, ¿por qué no bajas a cenar? Puedes hablar con Hermione de ello más tarde, ahora que se ha calmado un poco-. La comida era lo último en lo que pensaba Harry ahora mismo, pero sabía que si se negaba, la señora Weasley simplemente subiría ella misma y lo arrastraría por la oreja. Eso no era algo que le apeteciera ahora mismo, así que asintió al pelirrojo y se sentó lentamente, metiendo el pergamino en el bolsillo y tratando de alisarse el pelo con la mano izquierda.

-¿Qué vamos a tomar?- La pregunta fue dicha en el tono más alegre que Harry pudo reunir y, afortunadamente, Ron pareció creérselo.

-Carne asada-. Respondió Ron y condujo a su amigo por el pasillo, hablando animadamente de su conversación con Hermione de hacía unos minutos como si a Harry le importara realmente.

Lucius estaba rellenando el primero de los muchos formularios necesarios para hacerse con una pequeña tienda en el callejón Daigon, no era lo que más le gustaba, pero tenía un comprador y quince mil galeones por rellenar unos papeles era una oport...

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Lucius estaba rellenando el primero de los muchos formularios necesarios para hacerse con una pequeña tienda en el callejón Daigon, no era lo que más le gustaba, pero tenía un comprador y quince mil galeones por rellenar unos papeles era una oportunidad demasiado buena para dejarla pasar. Justo cuando llegaba a la última línea de puntos, un suave golpe en la ventana de su estudio atrajo su atención hacia un búho de color leonado que llevaba un sobre de aspecto oficial.
El hombre se levantó tranquilamente de su escritorio y abrió la ventana, dejando que el ave entrara volando y se posara en su brazo extendido. Cogió el sobre de crema de su pico antes de darle una golosina del pequeño tarro que había en el alféizar de la ventana. -Gracias-. Lucius acarició a la lechuza una sola vez antes de que saliera volando, dejándole con la pieza de información que había estado esperando.

Aunque, antes de que pudiera leerla, las llamas de su chimenea se volvieron de un brillante tono verde y su hijo salió.

-Hola, padre-, saludó Draco mientras se quitaba el sut de la túnica, -nunca adivinarás lo que ha...-

Lucius no escuchó el resto de la frase de su hijo antes de lanzarse sobre él, dejando caer su sobre, y sin darse cuenta de que se había deslizado por debajo de su escritorio, en el proceso.

-¿Dónde están?- Preguntó, dando profundas pitadas a los mechones rubios y pálidos de la cabeza del joven.

-Ya viene-, susurró Draco justo cuando Severus Snape atravesó su chimenea.

-Merlín-, gimió el moreno y se unió al festival de abrazos y olfateos a tres bandas.

-Pero-, respiró Lucius mientras se separaba de sus compañeros. -Esto no está bien. Draco, nuestro tercer compañero tenía que ser más joven que tú, por eso no nos dimos cuenta de que éramos compañeros en tu cumpleaños. No lo haríamos hasta que tuviéramos más de diecisiete años-.

-Parece-, dijo Severus con su voz de raso negro que hizo gemir a Lucius y a Draco simultáneamente. -Que tenemos un Alchai en nuestras manos-.

HARRY POTTER AND THE PROPHECY OF ESCLARIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora