HARRY POTTER AND THE PROPHECY OF ESCLARIA

Capítulo 17

Draco y Lucius estaban sentados en la sala de estar, el menor de los dos magos tenía los ojos cerrados y respiraba profundamente y despacio mientras intentaba cambiar de su forma humana a la animal. Hasta ahora, sólo había conseguido dormirse y que su padre lo despertara.

-Esto no funciona-. Se quejó justo cuando un Harry Potter muy molesto irrumpió en la habitación, con las manos tirando de su pelo mientras murmuraba algo imposible de entender. -¿Harry?- Preguntó y el chico ni siquiera hizo ademán de oírle, sólo siguió paseándose de un lado a otro de la habitación. Draco lanzó una mirada interrogativa a su padre y ambos coincidieron en silencio en que algo iba mal.

-¡Harry!- llamó Lucius, levantándose de su posición sentada junto a su hijo. -¡Harry!- Volvió a gritar cuando su compañero parecía absolutamente ajeno al rubio.

-¿Compañero?- Draco se dirigió lentamente hacia el angustiado adolescente después de notar que Harry se retorcía al oír la palabra y parecía escucharlo, pero estaba demasiado abrumado por lo que fuera que lo perturbaba como para prestarle atención. -Harry, amigo-. Las manos de Harry se agitaban salvajemente, como si discutieran con alguien que no estaba allí y Draco se vio obligado a esquivarlas mientras se acercaba a su compañero.

-¡Harry!- El joven mago rubio rodeó con sus brazos al chico, asegurando sus brazos y haciendo que se agitara salvajemente, desequilibrando a ambos. -¡Padre!- Gritó -¡Se está cayendo!- Lucius lanzó rápidamente un amuleto de amortiguación en el suelo justo a tiempo para que sus compañeros chocaran contra él, rebotando ligeramente como reacción al hechizo.

En el momento en que los adolescentes estaban horizontales, Draco obligó a Harry a ponerse de espaldas con los brazos a los lados y se sentó sobre su estómago con los muslos asegurando los brazos del alchai para evitar que hiciera daño a Draco o a sí mismo. Una vez que el rubio estuvo en posición, Harry comenzó a calmarse y dejó de forcejear.

-¿Draco?- Preguntó el moreno, sus ojos se centraron en el hombre que estaba encima de él. -¿Por qué estas sentados sobre mí?-.

-Creemos que estás mal de la cabeza-. Explicó Lucius desde su lado y Draco observó como el adolescente de pelo oscuro asentía como si esa fuera una explicación adecuada.

-Eso es lo que dijo Hedwig-.

-¿De verdad?- se aventuró a preguntar Draco y Harry levantó una sola ceja en un gesto muy Slytherin.

-¡No! ¡No estoy loco! Así que quita tu culo de encima-. Ahí estaba el Harry que todos conocían y toleraban.

La veela rubia se levantó lentamente y le ofreció la mano a su compañero que la agarró, dejando que Draco le ayudara a ponerse en pie. Una vez bien parados, ambos rubios condujeron a Harry hasta el sofá y casi obligaron al adolescente a sentarse en él. -¿Quieres contarnos lo que ha pasado?- preguntó Lucius en el momento en que se sentó en el sillón frente a Draco y Harry.

-Bueno, estaba enfadado. Quiero decir, realmente enfadado, ¿sabes? Tan herido y frustrado Y enfadado que lo único que quería hacer era golpear algo. Recuerdo que caminé hacia la suite, repitiendo... lo que había pasado en el castigo y entonces él se sentó sobre mí. Eso es todo-. Draco miró fijamente a su compañero, entendiendo lo que decía, pero también confundido sin medida. Sabía lo que se sentía al estar tan enfadado, pero ¿qué podía hacer Severus para provocar esa emoción? Los dos hombres eran compañeros, no podían haberse hecho daño a propósito.

-¿Qué ha hecho?- El joven rubio gruñó, acercándose a su compañero para enterrar su cabeza en la unión entre el cuello y el hombro del hombre, dejando que el aroma del moreno lo bañara y lo calmara.

-No...-

-¡No te atrevas a decir nada!- Antes de que Harry pudiera siquiera mirar en la dirección del hombre mayor, estaba apretándose entre el alchai de pelo oscuro y el brazo del sofá antes de copiar las acciones de su compañero rubio en el lado opuesto del cuello de Harry.