Capítulo 42

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Severus y Harry terminaron tres rompecabezas juntos, hablando sólo para pedir esta o aquella pieza y, en el caso de Severus, para reprender a Harry por su tontería cuando intentaba valientemente hacer encajar una pieza de tres lados en un espacio de cuatro. Trabajaron hasta que Severus decidió finalmente que estaba lo suficientemente cansado como para dormir y la pareja se trasladó al dormitorio, dejando el rompecabezas a medio terminar y los platos de la cena recogidos en la mesa del salón para más tarde.

Lucius y Draco seguían acurrucados juntos en el centro de la cama y Harry se sorprendió al ver que ambos veela seguían completamente vestidos, prueba de que realmente habían estado cansados.

-Creo que este es el mayor tiempo que hemos dejado a los dos solos sin que uno de ellos se agache sobre algo-. Dijo Severus con leve fascinación mientras sus elegantes dedos comenzaban a trabajar en el millón y dos botones que mantenían cerrada su sobre túnica.

Harry observó esos dedos durante unos segundos antes de obligar a sus ojos a apartarse, estaba cansado y mañana iba a ser un día ajetreado, él necesita dormir, no Severus.

A pesar de su monólogo interno, los ojos de Harry pronto volvieron a dirigirse a Severus para observarlo con sus botones mientras Harry se despojaba de su propia túnica exterior, calcetines y zapatos.

-¿Necesitas ayuda con eso?- Preguntó finalmente Harry, con la boca seca y la polla mucho más dura de lo que debería después de ver a un hombre desabrocharse los botones, por el amor de Merlín.

-No, disfruto bastante con tu cara mientras me ves hacerlo-. Contestó Severus bromeando, formándose una sonrisa en su habitualmente estoico rostro. -En cualquier caso, estoy a más de la mitad y reconozco un intento de acercar la cara de uno a mi entrepierna cuando lo oigo-.

-Eso no es...- Harry intentó defenderse pero sabía que la batalla ya estaba perdida.

-Aguafiestas-.

-Métete en la cama, mocoso-. Cada gramo de sangre en el cuerpo de Harry se precipitó repentinamente a sus regiones inferiores ante el sonido y el contexto de la voz de Severus. -A dormir-. Añadió cuando Harry continuó mirándolo fijamente, la lujuria ardiendo aún más en sus ojos verdes.

-Aguafiestas y burlón-. Harry murmuró en voz baja, lo suficientemente alto como para que Severus lo oyera -Por fin estoy viendo quién eres realmente, Sev-.

-Sabías que acabaría ocurriendo, pasar todos los días con alguien tiene el horrible efecto secundario de llegar a conocerlo de verdad-.

¡Por fin!.

Se quitó la bata, se desabrochó cuidadosamente todos los botones y Severus se quedó sólo con su ropa informal y sus zapatos y calcetines.

El vampiro se agachó para quitarse dichas prendas y Harry se mordió el labio mientras observaba el cuerpo de su compañero y se acercó a la cama para tumbarse junto a Draco. Sus ojos no se apartaron de Severus y observó cómo se quitaba con cuidado un calcetín y lo colocaba en el zapato correspondiente, antes de que unos largos dedos se dirigieran al segundo y último conjunto de zapato y calcetín.

-¿Estás seguro de que sólo quieres dormir?- preguntó Harry mientras Severus se deslizaba lentamente en la cama junto a Harry y ambos se ponían de lado para mirarse.

-Sí, Harry-. Lo dijo con firmeza y sin decisión, pero Harry tenía que estar ciego para no ver la mirada de arrepentimiento en esos ojos oscuros. -Tenemos que dormir un poco antes de reunirnos con esos ancianos tuyos mañana por la mañana-.

-Eso no significa que no podamos...- Harry dejó que su voz se interrumpiera cuando sus dedos trazaron delicadamente la pálida línea de la garganta de Severus, haciendo que el hombre dejara escapar un suave gemido de placer antes de apartar los dedos y voltearse.

HARRY POTTER AND THE PROPHECY OF ESCLARIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora