HARRY POTTER AND THE PROPHECY OF ESCLARIA

Capítulo 32

-Severus-, le dijo el Alchai de Harry mientras sus dedos recorrían la marca en el costado de su cuello, pero el adolescente no podía, por su vida, averiguar cómo se había apareado con el hombre... a no ser que le hubiera hecho algunas travesuras mientras dormía.

Severus debió darse cuenta de la lucha interna de Harry y se inclinó para susurrarle al oído -Es mío-.

-Lo sé, es que no puedo recordar cómo... er... ya sabes... nos apareamos-. Merlín. Su cara se volvió de un tono rojo brillante ante la sonrisa cómplice que se torció en los labios de Severus y de repente deseó haber mantenido la boca cerrada.

-¿Es una invitación para recordártelo?- preguntó Sev, apretándose contra Harry y presionando sus labios contra la piel detrás de la oreja del adolescente. -Porque estaré más que dispuesto a demostrártelo-.

-Er... um...-

-Por el amor de... Él te estaba besando cuando te corriste antes; como te estaba dando placer cuando tu orgasmo, los dos estaban apareados. Una especie de estafa, pero así es como funciona-. Dijo Lucius antes de que Harry pudiera avergonzarse aún más.

-Oh, eso es una especie de timo; ni siquiera conseguiste nada con ello-.

-No, Lucius tiene unas manos muy talentosas-. Severus susurró y arrastró sus labios por la mandíbula de Harry hasta su cuello, donde se detuvo para chupar ligeramente su marca.

-Así que mientras él estaba... y tú estabas... él estaba... ya sabes-.

-Tristemente, sé exactamente lo que eso significa, y sí-. Draco se rió mientras se acurrucaba contra el otro lado de Harry para chuparle ligeramente el cuello. -Y eso significa que lograste hacer todo lo que habías planeado hacer este fin de semana, te apareaste con los tres-.

-¿Y qué quieres hacer ahora?- Terminó Lucius y Harry agradeció que el rubio no decidiera acercarse también o las posibilidades de que alguno de ellos saliera pronto del dormitorio serían escasas.

-Bueno, odio -(oh dioses)- decirlo, pero... realmente necesito desayunar-. Como para atestiguar su veracidad, un fuerte gruñido salió del estómago de Harry.

-Yo también-. Draco estuvo de acuerdo. -Un gran tazón de Harry-. Con eso, se sentó rápidamente a horcajadas sobre su joven compañero y lo miró con una expresión que Harry sabía que significaba que el rubio estaba tramando algo siniestro, que nunca parecía terminar bien para el Gryffindor.

-¡Draco, quita tu culo cachondo de encima!- Ante la exclamación de Lucius, Draco se deslizó inmediatamente de Harry con el ceño fruncido. -Buen chico. Ahora, Harry, tenemos una mesa reservada en Las Tres Escobas para todo el día. Draco y yo pensamos que te gustaría salir un rato de la suite y ver a algunos de tus amigos. Si eso te parece bien, entonces levántate, ponte algo de ropa y podemos salir, pero también podemos pedir el desayuno en la cama si lo prefieres.

-Desayuno en la cama, desayuno en la cama, desayuno en la cama, desayuno en la cama-. susurró Draco una y otra vez, haciendo que Harry se riera histéricamente antes de anunciar en voz alta -¡Las Tres Escobas!-, lo que hizo callar a Draco y obligó a que su cara se frunciera.

-Te juro que si me quedo en esta cama mucho más tiempo me van a salir escaras o algo así-. Harry se apartó de Severus y se arrastró hasta el borde de la cama, riendo suavemente ante el susurro de "Virgen" de Draco.

-Yo en tu lugar no comentaría mi situación sexual, Draco. Estoy seguro de que podría encontrar algo... interesante para llamarte-.

Una hora después, los cuatro hombres se habían duchado y lavado y caminaban por Hogsmead hacia el restaurante.