Harry Potter ha entrado en su herencia de criaturas, pero como todos sabemos, el gran Harry Potter nunca puede ser normal, no podía ser un vampiro, ni un hombre lobo, no, tenía que ser un Alchai, una criatura que no No tiene un compañero, sino tres...
Harry se giró para mirar la fuente del sonido y encontró a Lucius de rodillas, agarrándose el estómago mientras soltaba otro grito de dolor.
-¡Llévenlo al ala del hospital, ahora!- ordenó Severus y Draco, que había estado arrodillado junto a su padre, levitó inmediatamente al mayor y, sin siquiera mirar a sus otros compañeros, salió corriendo de la habitación. -¿Qué parte de 'nada de magia' no has entendido? Todo lo que tenías que hacer era sentarte ahí y lo has jodido-. gruñó Severus mientras comenzaba a buscar en su almacén, colocando diferentes pociones en sus bolsillos.
Harry no tenía ni idea de lo que estaba pasando, no sabía qué había hecho, no sabía qué le pasaba a Lucius, lo único que sabía era que su compañero estaba sufriendo y que Severus le culpaba de ello.
-¿Qué está pasando? ¿Qué le pasa a Lucius?- Odiaba el ligero quiebre en su voz, pero el sonido logró suavizar el ánimo de Severus.
-Enhorabuena, lo has dejado embarazado. Está embarazado y está pasando por un dolor increíble mientras su cuerpo cambia lo suficiente como para permitirle llevar al bebé. Draco lo llevó a la enfermería para que Madam Pomfrey lo controle y se asegure de que la carga mágica no sea demasiado para él-.
-E...Embarazado... ¿Embarazada?- Harry sintió que iba a caerse, y sólo el brazo de Severus alrededor de su cintura evitó que cayera al suelo. -YO...-
-No es tu culpa. Siento haber dicho eso. Ahora, tienes que recomponerte y acompañarme al ala del hospital, estoy seguro de que Lucius apreciará nuestra presencia-.
-Sí-. Dijo Harry débilmente y permitió que Severus lo guiara fuera de la habitación, con un solo pensamiento recorriendo su mente.
Lucius estaba embarazado, Harry iba a ser padre y todo era gracias a un frasco de escarabajos de estiércol secos.
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Harry y Severus entraron en el ala del Hospital y se encontraron inmediatamente con Draco, que estaba de pie en la esquina más alejada de la habitación, junto a una cama que estaba oculta por los cuatro costados por gruesas cortinas blancas.
-Está embarazado-. Draco jadeó cuando Harry y Severus se acercaron, e inmediatamente se metió entre sus compañeros mientras gemidos de dolor provenían de detrás de las cortinas. -Y no se nos permite entrar con él-.
-¡Cinco minutos!- Llamó la voz de Madam Pomfrey, -Esto ya es bastante difícil sin tener que clasificar cuatro firmas mágicas diferentes-.
Draco sólo gruñó a la mujer.
-Tiene razón Draco, si estamos ahí tardará más en terminar y él no puede tomar pociones de dolor de nivel tres hasta que ella termine. Le dolerá más tiempo-. Susurró Severus a Draco y el rubio pareció pensar en sus palabras antes de aceptarlas y acurrucarse en el costado de Harry.
-Todo es culpa tuya, lo sabes-.
-Cállate, Draco. Ha sido un accidente-. Dijo Harry y pellizcó el pálido brazo de Draco, lo suficientemente fuerte como para llamar su atención, pero no lo suficiente como para que le doliera de verdad.
