Harry estaba tumbado en el regazo de sus compañeros, con Lucius peinando suavemente sus dedos por el pelo de Harry mientras su mente se agitaba y las mariposas que habían decidido instalarse en su estómago, empezaban a revolotear en un frenesí nervioso.
-¿Entonces crees que se lo tomarán bien?- preguntó Harry por millonésima vez, haciendo que Draco gimiera de frustración.-Sí, son su familia. Dudo que haya algo que puedas hacer que les moleste de verdad-. Dijo Draco con un fuerte pellizco en la planta del pie de Harry. -Ahora deja de preocuparte, ¡se supone que esto es una buena noticia! Vamos a tener un niño-.
-Todavía no se sabe el sexo-.
-No, es un niño, Severus-.
-No lo sabemos con seguridad-.
Harry giró lentamente la cabeza para ver a Severus y a Draco enzarzados en una feroz batalla de miradas y no pudo evitar sonreír ante los dos hombres completamente diferentes. Cómo habían pasado dos días sin matarse el uno al otro, Harry nunca lo sabría.
-¿Tenemos que pelearnos por algo tan trivial?- Preguntó Lucius con calma mientras retiraba la mano del pelo de Harry para pasarla por el brazo de Severus. -¿Realmente te mataría seguir el juego?-.
-No lo haría-.
-No lo creía-. Lucius se inclinó hacia él y depositó un suave beso en el costado del cuello de Severus, convirtiendo al pobre hombre en un montón de pringue. Draco, mientras tanto, miraba a su padre con pura incredulidad.
-¡No puedo creer que me grites por usar el encanto en la gente cuando tú haces lo mismo! Mira lo que le hiciste a Sev!- Señaló a Severus, que ahora tenía una sonrisa bobalicona en la cara y miraba a la pared como si ésta contuviera los secretos del universo.
-Yo, a diferencia de ti Draco, puedo controlar mi encanto-.
Lucius volvió a acariciar a Harry como un gran gato y el adolescente casi ronroneó por la atención mientras observaba a los dos rubios discutir.
-¡Puedo controlarlo perfectamente, muchas gracias! Sólo te conviertes en un monstruo celoso cada vez que lo uso con alguien que no seas tú!- Draco se había inclinado más hacia Lucius y ahora le gritaba directamente a la cara.
Harry observó tímidamente a los dos hombres y, justo cuando pensaba que Lucius estaba a unos segundos de hechizar a su propio amante, el rubio puso una mano en la nuca de Draco y atrajo al adolescente para darle un profundo beso que hizo que los ojos de Harry se abrieran de par en par por la sorpresa. NO lo había visto venir... aunque a estas alturas probablemente debería haberlo hecho.
-¡Owww! ¡Mis ojos, Remy! Por Dios, creo que me he quedado ciego-.
Harry rodó inmediatamente de sus compañeros al oír a su padrino salir de la chimenea y aterrizó en el suelo enmoquetado antes de saltar para enfrentarse a su familia como si hubiera estado allí todo el tiempo. Lucius y Draco, mientras tanto, seguían morreándose como si los dos Gryffindors mayores no estuvieran en la habitación.
-¡Siri! Remy!- Exclamó Harry y corrió a jalar a ambos padrinos en un abrazo. -Me alegro mucho de que hayan venido-. Otro momento hubiera sido mejor, pero aun así se alegraba de que hubieran aparecido.
-Por supuesto que vinimos, cachorro. Nos fuimos en cuanto recibimos la lechuza-. Dijo Remus mientras apretaba un poco más a Harry antes de soltarlo. -¡Sirius!- Remus soltó un chasquido y Harry se dio cuenta de que su padrino tenía las dos manos tapándose los ojos con fuerza como si fuera un niño pequeño. -¡No es como si nunca hubieras visto a dos personas besarse antes!-.
-¡No Malfoys!- le contestó Sirius, con las manos aún firmes contra su cara.
Remus suspiró ante su desquiciado compañero y miró disculpándose a Harry, que estaba acostumbrado al comportamiento de Sirius y, sinceramente, no podía imaginarse al hombre afrontando la situación de otra manera. -Lo siento, Harry, por qué no tomamos asiento y hablamos de esa noticia "tan importante" que has mencionado-.
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HARRY POTTER AND THE PROPHECY OF ESCLARIA
FanficHarry Potter ha entrado en su herencia de criaturas, pero como todos sabemos, el gran Harry Potter nunca puede ser normal, no podía ser un vampiro, ni un hombre lobo, no, tenía que ser un Alchai, una criatura que no No tiene un compañero, sino tres...