Scott me acompaño a casa para decirle a mi madre, y todo salio bien ella me dijo que me amaría pasara lo que pasara, y que se sentía un poco triste porque haya pensado que ella no me aceptaría. Que a caso crees que se puede dejar de amar a un hijo de un día a otro. Me dijo ella, ahora solo me faltaba contárselo a mi padrastro pero ya no era necesario que Scott me acompañara, mi mamá estaría ahí para apoyarme.
-Querido te estábamos esperando, Liam te quiere decir algo.-
-Vamos a sentarnos a la sala.- Les dije. En cuanto todos estábamos sentados decidí empezar. -Tal como le decía a mi mamá, tengo la responsabilidad de decírtelo.- Mire a mi mamá, aunque ella me dijo que no tenia nada que temer aun estaba nervioso por lo que pensara de mi.
-Puedes contarme lo que quieras, somos familia.- Me dijo él.
-Esto no es fácil para mi decírtelo, así que espero y me comprendas.- Continué. -Cuando entre a la preparatoria conocí a un chico y aunque yo no esperaba que las cosas pasaran así no las pude controlar.- Lo mire para ver su expresión, era neutra, no expresaba nada. -Lo que quiero decir es que me gustan los hombres.- Mi mamá tomo mi mano.
-Sabes, cuando yo conocí a tu madre supe que ella era la persona con la que quería compartir mi vida y también te acepte a ti como parte de ella, como me vería yo diciéndote que no te apoyo en esta decisión que has tomado, nadie elige de quien enamorarse hijo y no tienes porque avergonzarte de eso.- Dijo después de un tiempo de pensar, se puso de pie y camino hacia mi, en cuanto me pare el me abrazo y me dijo que me amaba tal y como era.
Todo salio bien tal y como me dijeron Kira y Scott, mis padres no se molestaron ni me trataron con desprecio, así que tome mis cosas y fui a buscar a Scott. En cuanto me abrió la puerta de su casa lo abrase, ya no me importaba que me vieran hacerlo.
-Gracias por ayudarme con mi mamá.- Le dije.
-No tienes porque darme las gracias, tu fuste el que lo dijo todo, yo solo estaba ahí para ayudarte en caso de que no pudieras.-
-Mi padre se lo ha tomado de la misma manera que mi mamá, le hable sobre ti.-
-Me alegro, pasa estaba preparando unas palomitas.- Entro detrás de mi.
-El a dicho que tu madre habla mucho de ti, de lo buen chico que eres así que eso sirvió para que te aceptara.-
-Créeme mi mamá lo hizo adrede, sabia que cuando tu se lo dijeras a tus padres serviría de algo.-
-Me alegro de que lo haya hecho.-
-Se nota que el contárselo a tus padres te ha quitado un peso de encima, te vez mas feliz.- Me sonrió.
-Si, ya no me siento la peor persona del mundo al ocultárselos, aunque aun tengo un peso muy grande encima.-
-Te refieres a que eres un hombre lobo.-
-Si, eso es algo que creo que no se lo tomaran tan bien como esto, siento que si se los digo me tendrán miedo.- De tan solo pensarlo me estremecí.
-No te preocupes, ya estas aprendiendo a controlar tu transformación, en cuanto lo hagas ya no tendrás de que preocuparte.-
-Mientras tanto tendrás que estar conmigo las lunas llenas que faltan.-
Nos sentamos a ver una película, siempre que iba a su casa veíamos una película distinta o jugábamos al Xbox en su cuarto. Ya no sentía el temor de que entrara su mamá y nos viera uno al lado del otro, claro que aun me daría pena si entrara justo cuando nos estábamos besando, eso si seria vergonzoso.
-Ya es noche para que te vayas solo a tu casa, que tal si te quedas a dormir.- Dijo al terminarse la película.
-Ahora que mis padres lo saben creo que no es una buena idea, que pensara.-
-No haremos nada malo, bueno si tu no quieres que lo hagamos.-
-No lo creo Scott, nos vemos mañana.- Le di un beso y me levante para salir.
