-Espero te guste lo que prepare, mi mamá me dio la receta pero el ponerla en práctica fue demasiado difícil.- Puso un recipiente con espagueti en la mesa.
-Mientras no lo hayas quemado.- Me reí.
-Di no te gusta de todos modos acábatelo, sería una pena desperdiciarlo.- Comenzó a servirlo.
-Te faltaron las albóndigas.- Bromeé.
-Es solo que después de comer el espagueti veremos una película y si hubiera hecho albóndigas no Comerías palomitas.-
-Y qué hay del postre.-
-El postre lo eliges tu.- Me sonrió.
Al acabar de cenar nos sentamos frente al televisor, Scott aborrecía las películas románticas así que vimos la de los hombres de negro.
-Quien diría que si existimos seres sobrenaturales.- Le dije.
-Son cosas que no te enseñan en la escuela.- Se rio.
Tenía mi cabeza apoyada sobre su hombro, siempre que veíamos una película lo usaba como almohada. Quería ver su rostro mientras veía la película pero cuando voltee a verlo él ya me estaba mirando.
-Que es lo que pasa.- Le pregunte.
-Es solo que te vez muy lindo cuando estas tranquilo.-
-Te puedo decir algo.-
-Ni siquiera me deberías de preguntar, solo dilo.-
-Hace tiempo que no te veo de la misma manera como te veía cuando te conocí.-
-Y como me veías.-
-Te veía como un chico normal, alguien al que quiero.- Me sonrió.
-Y ahora como me vez.-
-Ahora noto en ti cosas que jamás había notado en otro chico.-
-Qué cosas son esas, acaso es algo que te molesta.-
-Al contrario, son cosas que deseo.-
-Y me puedes decir alguna de esas cosas.-
-Tu tatuaje, es muy encantador.- Comencé a contornear el tatuaje de su brazo con el dedo.
-Solo eso.-
-Tus labios son muy suaves y eso me gusta.- Continúe diciendo. -Me llama la atención saber qué es lo que se esconde detrás de tu ropa.- Dije sintiendo como la sangre subía por mis mejillas. Scott también se sonrojo en lugar de responderme, se fue acercando a mi poco a poco y me beso, un beso largo y apasionado. Él comenzó a acariciar mi espalda, me provocaba cientos de sensaciones cada vez que sus dedos rozaban mi piel, instintivamente lo acerque más a mí, detuvo el beso y me miró, estábamos tan cerca que podía respirar su aliento.
Me acosté en el sillón y él se puso sobre mí, pero sin despegar sus labios.
No sabía que más hacer jamás he estado con una chica y mucho menos con un chico, deja que el té guíe es lo único que pensaba.
Sin darme cuenta de cuando paso sus labios hasta mi cuello, era una sensación extraña la que me recorría el cuerpo y no quería que parara. Tomó mi mano y la metió debajo de su camisa, luego me dedicó una sonrisa picarona.
-Puedes comprobar que hay debajo si quieres. Aunque no es que te vayas a sorprender mucho.- Me dijo
Con manos temblorosas deslice su playera sobre su cabeza y lo admire un poco, podía sentir como la sangre recorría mis venas.
Scott se me acercó y se deshizo de mi camisa, luego me beso los hombros y sobre las clavículas, lentamente fue bajando sus manos hacia mis caderas, yo imitaba sus movimientos, dejaba que él marcará los límites. Volvió a besarme, esta vez con más urgencia y pasión que nunca. Deslizó su mano sobre mi intimidad sin dejar de besarme, y busco a tientas el botón de mis pantalones.
No fue fácil. Pero lo desabrocho, yo hice lo mismo. La pasión me consumía por dentro. Sin dejar de besarlo me coloque sobre él, sin dejar caer mi peso, nos besamos, los labios, las mejillas, el cuello, el pecho. Me deshice de la poca ropa que nos quedaba y me perdí en la intensidad del momento, me olvide del mundo, incluso de mí mismo. En mi mente sólo existimos nosotros dos, nosotros dos fundidos en uno sólo.
Fue justo ahí cuando entendí que si mi vida se llegara a acabar quería que fuera a su lado y no en otro lugar.
...
Sé que esperaban esta escena así que espero y les haya gustado dejen sus comentarios sobre si les gusto. GRACIAS por su paciencia.