No sé porque todos se preocupan del porque he dejado a Scott, que acaso no es normal que en una pareja alguien pierda el interés en el otro. Mis papas se separaron cuando yo tenía 10 años y según lo que me contó Scott sus papas también lo hicieron, entonces porque se les hace tan difícil que haya roto con Scott.
-Al menos no te has deprimido como otras parejas lo hacen después de una relación.- Mason trataba de convencerme de intentar darle otra oportunidad a Scott.
-No teníamos tanto tiempo saliendo, tal vez sea por eso.- Le conteste.
-Ni siquiera lo extrañas un poco, bueno es que fue el tu primera vez.- Escucharlo mencionar eso, me hizo recordar la noche de mi primera vez.
.: Flashback :.
La sensación de sus manos sobre mi piel me hacía estremecerse, cada beso me hacía perder el control, perderme en otro mundo donde lo único que me importaba era él. Sus manos comenzaban a bajar hasta llegar a mi espalda baja, sabía lo que seguía pero no tenía miedo, era el con quien quería estar y eso es lo único que quería.
Comenzó a besarme en el cuello lo que me hacía sentir un hormigueo por todo el cuerpo, antes de que sus manos entraran en mis pantalones me habló al oído.
-¿Quieres que lo haga?- Su voz sonaba agitada.
-No me preguntes, sólo has lo que quieras.- Estaba tan perdido en nuestro mundo que no podía ponerle límites ni aunque lo quisiera.
Le quite la playera para poder sentir su piel contra la mía, luego invertí la posición, ahora yo estaba sobre el besándolo y acariciando su abdomen que me hizo perder el control desde la primera vez que lo vi, mientras más lo besaba más me excitaba, quería más de él. Comencé a bajar mi otra mano para desabrocharle el pantalón y comencé a tocar su miembro que ya estaba duro. Desde ese momento deje de ser Liam Dunbar gracias a que estaba ciego por la excitación que me producía el estar haciéndolo.
.: Fin Flashback :.
-Tal vez extraño algo de el después de todo.- Le conteste a Mason.
-Acaso le hiciste algo a Liam, porque el es demasiado tímido como para pensar así.-
-Las personas solemos cambiar, de eso se trata la vida.- Le Sonreí.
-Y vaya que has cambiado, por cierto me acompañaras al club esta noche.-
-No creo que este bien, es un lugar para mayores de edad.-
-Vamos, no me dejarás morir cierto.- Hizo su típico puchero de niño chiquito.
-¿Que no iras con Ethan?-
-Ese era el plan pero tuvo que salir de la ciudad.-
-No sé si quiera hacerlo, me han dejado mucha tarea y no quiero atrasarme.-
-Vas a poner a la tarea antes de mí, ¡Enserio que has cambiado!-
-Está bien te acompañaré pero no quiero que me metas en problemas o trates de buscarme pareja.- Lo condicione.
-Si está bien, lo prometo.- Me dio la mano para cerrar el trato. -Ahora quieres que vayamos a la última clase o mejor vamos a tu casa a jugar vídeo juegos.-
-Con amigos como tú para que enemigos.- Me reí.
Después de jugar por horas en el Xbox comenzamos a alistarnos para ir al club que visitaba Mason. Cuando llegamos al lugar comencé a ponerme nervioso, jamás había entrado a un lugar de forma ilegal y mucho menos a un club gay como el Black & Blue.
-No creo que sea buena idea, mejor yo te esperó en casa.- Le dije antes de que tocara la puerta trasera del lugar.
-No te dejaré hacerlo, hemos llegado muy lejos ya.- Me tomó el brazo y tocó la puerta.
No tardaron nada en abrir y lo que me sorprendió más fue que Brett estaba detrás de la puerta.
-Mira a quien me he encontrado.- Me dedicó una sonrisa.
-Sólo he venido a acompañar a Mason.-
-Entonces nos dejarás entrar.- Preguntó Mason.
-Con mucho gusto.- En ningún momento me dejó de ver, lo que me hacía sentir bien de cierta manera, ahora estaba libre y podía experimentar nuevas cosas.
En cuanto Brett cerró la puerta y vio que Mason se perdía entre las personas se me acercó.
-Donde has dejado a tu novio.- Me dijo al oído.
-Yo no tengo novio.- Le respondí con una sonrisa retadora y me metí entre la multitud en busca de Mason.
