Estábamos a medio experimento cuando Megan comenzó a preguntarme por mi estado.
-Ya te lo he dicho Megan estoy bien, sólo son las hormonas que hacen que actúe de cierta manera.-
-Bueno te voy a creer, pero no por eso dejaré de decir que a ti te afecta demasiado la regla.- Se burló. En otro momento me hubiera caído de la risa, pero ya no me parecía bien así que sólo sonreí y me Voltee a otro lado.
-Enserio que estas mal.-
Al acabarse la clase Megan me pidió que la acompañara a la dirección a pedir un certificado de estudios pero preferí no hacerlo, prefería estar sólo y evitar a las personas. Pero no pude hacerlo, me topé con Mason.
-Hasta que te encuentro, que acaso te estas escondiendo de alguien.- Dijo mientras volteaba a los lados.
-Sólo quería estar un tiempo a solas pero creó que ya no será posible.-
-Y que es lo que te hace querer estar a solas, que ha pasado con Scott te veías muy feliz a su lado.- Scott era en quien menos quería pensar, desde que lo había deje apareció una sensación dentro de mí.
-Scott y yo ya no somos novios.- El decir esa palabra me hacía sentir extraño.
-Espera he escuchado bien, si tú me dijiste que lo amabas hace dos semanas como puede ser eso posible.- Me tomó de los hombros y comenzó a sacudirme, eso me molesto así que quite sus manos.
-No tengo porque darte explicaciones.- Le conteste y seguí caminando.
"Bien Hecho" me dije a mi mismo. Ya has alejado a otra persona más. Que está pasando yo no solía ser así, Mason es mi mejor amigo no merecía que lo tratara de esa forma, cada día me convenzo más de que algo no está bien conmigo. Seguí caminando sin saber a dónde me dirigía, estaba perdiendo todo lo que una vez quise, incluso en el tono de mi voz se podía notar el cambio, las palabras eran frías con el fin de causar daño. Me detuve cuando llegue a los vestidores, no sé porque había escogido ese lugar para estar solo simplemente sentí la necesidad de hacerlo, en cuanto entre me quede congelado al ver a Scott sentado en una de las bancas, no sé por qué no lo pude escuchar antes, se supone que tengo un oído muy desarrollado.
-Hola.- Me dijo en cuanto se dio cuenta de mi presencia, al parecer estaba llorando.
-Lo siento, iré a otro lugar.- Aunque eso no fue lo que hubiera querido decir fue lo único que salió de mi boca. Me voltee para salir pero él se paró y me tomo el brazo para detenerme.
-No, por favor quédate.- El verlo así debería de causarme tristeza pero no era así.
-Creo que no sería lo mejor, estas mal y yo soy la causa de eso.-
-No tienes que hablar, solo quédate, necesito a alguien y creo que tú eres la mejor opción.- Soltó mi brazo y comenzó a acercarse a mí.
-Scott por favor no hagas esto.- Me aleje de él, entre más distancia existiría entre nosotros sería mejor.
-Es que no lo entiendo.- Se quedó en silencio unos segundos y continuo. -Sabes, hace unas semanas me dijiste que estarías conmigo y que no me dejarías jamás, pero de un día para otro cambiaste tu opinión, solo quiero saber porque, solo eso te pido.- No podía responderle, ni yo mismo sabia la respuesta.
-Solo pasó Scott, todos cambiamos de opinión alguna vez en la vida.-
-No solo cambiaste de opinión Liam, cambiaste mi vida y ahora simplemente me dices que ya no me quieres.- Dio un paso hacia mí pero yo retrocedí.
-Creo que es mejor que me vaya no quiero lastimarte más de lo que ya lo he hecho.- El siguió acercándose hasta que yo ya no pude alejarme porque estaba contra la pared.
-Sé que tú aun me quieres, lo sé, reconozco tus gestos cuando estas nervioso.- Se paró frente a mí. -Recuerdas la promesa que te hice en la primera luna llena, pues no pienso romperla y sé que muy en el fondo tu no quieres que lo haga.- Después de decir eso se acercó más hasta que sus labios se unieron a los míos. Respondí a su beso pero luego me arrepentí de haberlo hecho así que lo aleje de mí y salí corriendo de los vestidores.