No espere un golpe tan bajo como el recibido hace unas horas, mi estado emocional había decaído de tal manera que no lograba pensar con claridad, el auto control que mantenía hace menos de dos semanas, terminó arrasándome en una corriente en la cual no podía salir. Esta vez no lo detendría, quería consumirme y nunca mas salir.
Lloré con todas mis fuerzas hasta no poder, pero, lo que sentía por dentro no se iba a borrar con lágrimas, quería saber más, pero sobre todo el motivo el por cual me hicieron esto, quería enfrentar a mi padre.
Las avenidas de Manhattan se encontraban frías, conduje con la botella de vodka en una de mis manos, esta era mi segunda botella, había perdido la noción del tiempo, sólo sabía muy bien donde debía llegar, el tránsito estaba congestionado, mi mente reproducía los recuerdos de la última noche que estuve con Aden, uno tras otro, hasta los últimos recuerdos que mi mente había obtenido hace unas cuantas horas, sollozaba sin poder detenerlo, todo había pasado tan rápido, sus palabras era lo que en estos momentos me destruía.
La persona quien te dijo que estaba muerto, es la misma persona quien me mantuvo alejado de ti, todos estos años.
¿Cómo pudo hacerme algo como esto?
¡No lo quiero cerca de ti, Maia! Es mi última palabra.
Las palabras recientes de Aden y las de mi padre hace algunos años retumbaban en mi cabeza, toda mi vida joven hice lo que él quería, pero sólo esa vez lo desafié, lo único que deseaba era estar con Aden, me había enamorado y él no lo acepataba. Pero nada justifica haberme mentido por tantos años y es que lo mas problable es que pensaba callarse esta verdad de por vida, ni cuando lo busqué pidiendo ayuda por mi condición, no se doblegó, él quería guardar este secreto por siempre y era lo que mas impotencia me daba, había jugado conmigo, con su propia hija. ¿Qué padre hace algo así?
El viaje de regreso, me había dado tanto tiempo para pensar, crear miles de ideas y suposiciones, ¿papá lo tenía prisionero en algún lugar? ¿estaría enterado que lo descubrí todo? ¿qué había hecho para fingir su muerte? ¿a quién le había pagado? Las palabras de Aden volvían a mí y más dudas se apoderaban de mi cuerpo, al caso ¿mi padre también causó el accidente?
Solté un sollozo aterrorizada.
No podía ni siquiera imaginarlo.
Cada vez bebía mucho más, mi paladar ya reconocía el ardor que provocaba el vodka así que no lo sentía, más de media botella y no iba a parar, las luces de los otros autos chocaban fuerte, así que aceleraba más rápido, una y otra y otra y otra vez. No pensaba, sólo actuaba, no habían voces en mi cabeza, sólo imágenes aleatorias de recuerdos remotos: la primera vez que visitaba el cementario, ¡papá me acompañó!, todo el rato sostuvo mi mano dándome aliento, ¿cómo fue capaz de hacerme esto?
Un gran resentimiento comenzó a flocerer en mí, quería gritarle lo mucho que lo detestaba y es que sentía mucho odio creciendo en mí y quería hacerselo saber, una vez que llegué al vecindario de mis padres, sentí un hueco en mi pecho, sostuve el volante y dejé caer mi cabeza en el, sentía que ya no me quedaban lágrimas para llorar pero había mucho dolor y sufrimiento en mí, tomé la botella y salí del auto, la adrenalina fue lo que lo me trajo hasta aquí, pero mi cuerpo ya no se mantenía, al tocar el suelo de mármol, caí, seguí llorando bajo unas pequeñas gotas de lluvia que caían.
Había muchos autos en el estacionamiento, algo debían estar celebrando, pero no recordaba ninguna fecha especial. Mi ropa terminó mojada, la lluvia estaba helada, no me importó, nada me importaba. Subí las gradas que conducían a la entrada principal de la casa, no esperé invitación, ni mucho menos a la ama de llaves e hice mi aparición ante los ojos de más de treinta personas.
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Una Mentira Por Amor
RomanceMaia Holister sufre en silencio, todos los días, para ella la felicidad quedó en su pasado, pero su pasado no quiere dejarla atrás. Las mentiras duelen pero hieren más si vienen de tus propios familiares. Una historia de amor y dolor, marcada a tr...