Una Mentira Por Amor

29. Una semana...

Despiertas en un lugar que no es tu casa pero que con el paso de los días, te vas familiarizando con todo lo que rodea el nuevo sitio en el que estás. Y es que hasta las paredes más coloridas, te animaban a diario a seguir adelante aun cuando sentías que no avanzabas.

Habían pasado ochenta y nueve días, tres meses que había llegado a la clínica, adaptarme a un nuevo hogar temporal había sido una locura, aunque al principio resultó complicado, pude resistir y es que el apoyo que me brindaban los compañeros, era inigualable. Eso era lo que me reconfortaba, no estaba sola en aquel lugar, había seis chicos y dos chicas, incluyéndome. Todos luchando por el mismo propósito.

Todos los días nos levantábamos muy temprano y comenzaba la rutina del día, primero debías agradecer y es que muchas veces, olvidamos la importancia del agradecimiento, cuando te pierdes, te hace faltar agradecer por todo lo bueno que tienes a pesar de las tempestades. Y eso me ha ayudado espiritualmente. También, ahora estoy con tratamiento para la ansiedad, desde que había llegado se había hecho notar mucho más que antes, pero también lo trabajamos con la psicoterapia que resulta la combinación perfecta ya que ha disminuido gran parte. Luego del desayuno, siempre el doctor nos habla sobre las adicciones y después, en grupo reflexionamos contando nuestras historias, aunque al principio me negaba hablar de mi situación, cuando logre adaptarme, comencé a relatar todo lo que me había sucedido y me había sentido de maravilla, pues a la vez sentía que ya no cargaba con el peso de mis pesadillas y la historia de mi vida. Pero, el día no acababa ahí, también teníamos sesiones individuales con nuestro psicólogo, siempre me gustaba reflexionar sobre lo que haría después de salir de aquí, ayudaba a mantener una actitud positiva. A la vez, no todo era charlas y clases, también nos dejaban libres quince minutos, cuando acabamos una sesión, la institución tenía un gran jardín muy hermoso y con la llegada de la primavera se había llenado de vida, me gustaba pasar mi tiempo libre ahí ya que me ayudaba a relajarme y pensar en lo que estaba viviendo. No obstante, cuando la tarde caía nos reunían a todos para realizar actividades grupales, algunas veces en el interior pintando lienzos o creando cerámica pero la mayoría de veces, era en el exterior con actividades físicas, una vez nos pusieron a jugar baloncesto, chicas contra chicos, nos llevaban ventaja, obviamente perdimos pero nos divertimos. Sin embargo, al cerrar la noche, siempre nos hacían una pregunta: ¿Cómo te sentiste hoy?

—Libre, porque no he vuelto a tener ansias por consumir.

—Maravillosa, porque la vida me está dando una segunda oportunidad.

—Agradecido, porque ahora sé que hay nuevo mundo por vivir.

Las respuestas no paraban hasta terminar con el último compañero, todos ellos que alguna vez dejaron de creer, ahora sonreímos porque veíamos un nuevo mundo, que quizás nadie entendería pero nos habíamos acostumbrado a vivir dentro de una rutina de vida tan ruin, que ahora lo que tenías por enfrente, te parecía lo más maravilloso que jamás pudiste haber visto.

Cuando la noche acababa, cada uno se iba a su habitación con la satisfacción de saber que cada vez faltaba poco para salir y empezar a enfrentarse con una nueva perspectiva de vida. Los viernes eran de visita, así que Olivia llegaría en cualquier momento, algunas veces se le dificultaba venir pero en su lugar venía Philip, muy pocas veces, juntos. Como no podíamos comunicarnos, siempre me llevaba la sorpresa, sólo que hace una semana le había dejado un pequeño encargo y hoy ya me traería noticias.

Cuando la vi acercarse a recepción, no dude en avanzar hacia ella, me abrazó efusiva, me reí con un poco de pena, habían varias personas ahí y nos miraban. Luego nos fuimos al jardín, comimos un poco de los postres que traía y nos pusimos al corriente de lo que pasaba allá afuera, hace un mes decidieron cambiar la fecha de boda por mí, aunque quise negarme, ya lo habían hecho, sin embargo ahora me contaba que ha cambiado pequeños detalles ya que ahora se hará a finales de la primavera, así que aún había un poco de tiempo para reorganizar.