Buscar a Aden, al parecer iba hacer una tarea difícil, hemos preguntado por él en las estatales y no había ningún registro, hasta por último estábamos pensando en llamar a las altas autoridades como la Interpol o CIA, pero, también comenzábamos a creer que Aden no estaba preso. Por ende, no queríamos buscarle problemas si anda por ahí, en alguna parte de la ciudad.
Lo cual, me hacía sentir decepcionada con él, me cuestionaba a mí misma. ¿Por qué no ha venido aquí? Me frustraba, imaginar que se ha mantenido cerca pero lejos, es que ¿al caso no veía que lo necesitaba? O simplemente, no quería verme porque lo había decepcionado mucho más de lo que pensaba...
Levante los brazos agobiada y me deje caer en el sofá. Olivia dejó su teléfono y se acercó.
—Lo encontraremos Mai.
—¿Y si está huyendo de mí? Y por eso no quiere buscarme.
Ella volteó los ojos. —Eso no tiene sentido, ¿por qué lo haría?
—¿Encuentras otra respuesta? No está retenido en ninguna prisión, él viajó de nuevo hacia aquí, alguien lo recogió en el aeropuerto. ¿Quién es ese alguien? No lo entiendo...
Me levanté del sofá exasperada, me detuve enfrente del ventanal, extrañaría muchísimo esta vista. Suspiré tratando de calmarme. Desde que llegué de Canadá hace unas horas, empecé a buscarle, llamando a diferentes lugares, por la tarde llegó Olivia y retomamos la búsqueda, pero nada daba resultado.
Y ya había agotado todas las posibles alternativas de su paradero, había llegado a mi propia conclusión, sin embargo, recordaba las palabras de su abogada cuando la llame aquella noche, ella me había dicho que estaba bien y que le daría mi mensaje. Así que eso me hacía pensar que él no estaba retenido, todo lo contrario, estaba por ahí, escondiéndose de mí.
Olivia no supo que decir, claramente estábamos contra un muro, suspiré tomando aire.
—No sé qué suceda aquí, pero si él no quiere buscarme, sus razones tendrá. Me mudare de aquí y si decide buscarme, pues encontrará un lugar vacío. —Me cruce de brazos. —Si, a eso quiere jugar, pues juguemos.
—De acuerdo, si quiere jugar de ese modo, juguemos. —Continuó Olivia dejando de lado su teléfono, asentí. —Tengo las cajas listas, ¿con qué empiezo?
Di un vistazo por todo el lugar, no llevaría más lo relevante para mí, muchas cosas de las que están aquí, se quedarán, ya que mi nuevo apartamento está amueblado y listo para ser habitado. Sin embargo, debía darle mi esencia, así que algunos de mis cuadros favoritos irían conmigo.
Señale la fila horizontal de cuadros en la pared de fondo. —Recoge todas las obras de Van Gogh. —Ella asintió, yendo hacia ellas. —Y Olivia, ten mucho cuidado, no los vayas a tirar. —Me miró incrédula. Suspiré.
Yo tomé otra caja y empaque algunos reconocimientos de las obras de teatro que había hecho, cada una era importante, amaba actuar aunque era un pasatiempo, me había enamorado por completo desde la secundaria. No obstante, creo que es momento de regresar a los escenarios. Necesitaba dinero, así que supongo que se me terminó el descanso.
—Reserve una cena para celebrar tu salida de la clínica. —Comentó Olivia, levanté la mirada y asentí. Se lo había prometido, así que no me negaré. —Es mañana, el restaurante queda afuera de la ciudad, pero dicen mis compañeros que es lo mejor.
—¿Philip va? —Cuestione sellando la caja.
—Sí, ambos tenemos el día libre mañana, así que aprovechamos esa novedad.
—Perfecto, así pasan por mí y no tengo que conducir. —Dije sonriendo. —Iré a empacar mi ropa.
Tres maletas grandes repletas de ropa, no sabía que tenía tanto, es decir, mi armario es grande pero no parece que tuviese tanto allá adentro. Y aún tenía que empacar algunos vestuarios que estaban ahí alojados, esos irían en otras maletas.
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Una Mentira Por Amor
RomanceMaia Holister sufre en silencio, todos los días, para ella la felicidad quedó en su pasado, pero su pasado no quiere dejarla atrás. Las mentiras duelen pero hieren más si vienen de tus propios familiares. Una historia de amor y dolor, marcada a tr...