A contracorriente ➳ Namjin

Aptitudes sociales

—Omegas y alfas, es un gran honor para mí contar con su presencia esta noche, para acompañarnos, a mi omega y a mí, en este día tan especial...

Seokjin observó cómo su padre alfa se dirigía a los invitados, siempre con su padre omega al lado. Puede que a veces verlos tan unidos supusiera un conflicto para él, pero debía reconocer que cumplir las bodas de plata y seguir tan enamorados era una realidad que muy pocos matrimonios alcanzaban.

—... mi esposo Heechul, al que nunca podré agradecer todo su apoyo incondicional, y mis tres fabulosos hijos...

El discurso de su padre alfa seguía los dictados de la formalidad, por lo que dejó de prestar atención.

—... y en el día de hoy especialmente a mi hijo mayor, Seokjin, el que muy pronto ocupará mi puesto y que hoy cumple veinticinco años...

El aludido se atragantó. Si quería pasar desapercibido...

—Por eso es para mí un placer, aquí delante de todos, pasar públicamente el testigo a mi hijo mayor, Choi Seokjin...

Cuando su padre alfa hizo que todas las miradas recayeran en él estuvo a punto de salir huyendo, pero miró a su papá omega, que le sonrió comprensivamente y aguantó por él. Sonreír y aparentar serenidad. No era tan difícil.

Pero cuando su padre alfa empezó a caminar en su dirección...

—Ven —dijo el alfa ofreciéndole el brazo—. Baila con tu padre.

Jimin empujó a su hermano mayor, que parecía anclado al suelo, para que aceptara la oferta. Si fuera él, se mostraría mucho más entusiasta, pero al parecer Seokjin estaba en las nubes.

—¿Bailas luego conmigo? —le preguntó Jimin sonriendo a su padre alfa.

—Por supuesto. —Miró a Seokjin—. ¿Vamos?

Y sin escapatoria posible, caminó junto al alfa hasta el centro de la sala. Debería estar acostumbrado, pero en esos momentos no tenía ganas de ser el centro de atención, aunque a su padre le hiciera ilusión esta especie de presentación multitudinaria.

No era la primera vez que bailaban, pero en esta ocasión se sentía fuera de lugar, como si él no debiera estar allí. Y por supuesto, su padre se dio cuenta.

—Relájate —murmuró bajito intentando facilitarle a su hijo mayor la situación.

—Lo intento —masculló entre dientes manteniendo una sonrisa falsa.

—No creo que hayas comprado ese precioso y caro traje para mantenerte escondido —comentó Siwon mientras seguían bailando.

Afortunadamente, varias parejas más se fueron incorporando y ya no estaban siendo el centro de atención.

—Tienes razón —aceptó Seokjin—, pero estas celebraciones siguen sin gustarme ni un poquito.

—No pareces hijo de tu otro padre.

—Lo sé —Seokjin aceptó la verdad con tristeza—. Hay cosas que no se heredan. Él siempre sabe cómo comportarse.

Lo dijo de tal forma que su padre alfa se rio.

—Puedes estar satisfecho, has heredado otras muchas cualidades.

—Entre las que no se encuentran las habilidades sociales.

—En eso has salido a mí.

Los dos continuaron bailando hasta el final de la pieza. Por fin Seokjin, enfundado en su traje, pudo refugiarse junto a su papá omega. Desde allí observaba cómo su hermano Jimin lo sustituía encantado.