Un encargo especial

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—¿Seokjin?

Al oír su nombre seguido de unos golpecitos en la puerta, levantó la vista de los documentos en los que estaba concentrado y vio a su padre que entraba en su despacho. Se enderezó en el sillón y dejó de escribir.

—¿Cómo es que aún estás aquí? —le preguntó sonriendo a su padre—. Según me comentó tu papá, hoy lo acompañabas a una de esas veladas musicales.

Su padre torció el gesto y el omega lo comprendió, porque a su padre alfa le gustaban tan poco esos eventos como a él, pero su madre tenía en este asunto, y entre otros muchos, las de ganar.

—Podría hacerte la misma pregunta, es tardísimo.

—Lo sé —suspiró agotado Seokjin—, pero en la reunión de mañana con Hong nos jugamos mucho.

—Respecto a esa reunión...

—¿Qué ha ocurrido?

—He cambiado la hora.

—¿Por qué?

—Ha llegado esto. —El alfa le tendió unos documentos—. Es una información con la que no contábamos y es de suma relevancia; necesitamos todos los datos disponibles, no podemos dejar nada al azar. Nos jugamos mucho, cariño.

—Déjame ver. —Seokjin empezó a leer por encima los documentos.

—Como verás, no podemos acudir a esa reunión sin antes estudiar minuciosamente todo esto. Hong debe intuir algo, de ahí que se precipite.

—Me encargaré esta noche.

—Tenemos poco tiempo —enfatizó el alfa—, he aplazado la reunión a mañana por la tarde; así Namjoon y tú tendrán tiempo suficiente para analizarlos.

—¿Namjoon? —preguntó Seokjin. Su padre asintió—. No es necesario, yo puedo encargarme.

—Él tiene que ver los aspectos legales, hijo.

—Pues ya se ha ido —anunció satisfecho el omega. Namjoon podría ser un buen abogado, pero también un pésimo compañero de trabajo.

—Lo sé, vengo de su despacho. Por eso es importante que vayas a su casa y le entregues una copia de todo esto, que lo estudie bien esta noche y mañana por la mañana nos reuniremos antes de que se marchen.

—¿A su casa?

—No queda más remedio, cariño. Ya sé que para ti supone un gran contratiempo.

Seokjin comprendía el interés de su padre por hacer las cosas bien, pero le estaba pidiendo algo muy poco agradable para él.

—¿Y no podemos esperar a mañana por la mañana?

—No, es mejor que Namjoon lo tenga esta misma noche.

—¡Pero es tardísimo! —refutó molesto.

—No te preocupes, un coche te está esperando afuera. El chófer conoce la dirección de Namjoon y luego se encargará de llevarte de vuelta a casa.

—Papá, sabes que no me agrada trabajar con él; podrías mandarle los papeles y...

—No —lo interrumpió su padre—, es de vital importancia que se entiendan en este asunto. —Se abstuvo de decir que sería lo mejor que se entendieran en todo—. Tienen que trabajar al mismo ritmo, hacerlo por separado supondría repasar luego cada punto de vista y no estamos como para perder tiempo.

—Ya sé que nos jugamos mucho, pero... —Seokjin suspiró y miró a su padre; solo por él aceptaría—. Está bien, pero que conste que no son horas de ir a la casa de un alfa soltero —dijo esto último para ver la reacción de su padre; normalmente no ponía muchos obstáculos cuando iba a cenar, o al teatro con sus amigos.

A contracorriente ➳ NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora