Imaginación

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Namjoon en el poco tiempo que llevaba tratando al heredero de los Choi, confirmó una de sus teorías, Seokjin era de esa clase de omegas que actuaban bajo esta premisa: "Di lo que quieras, igual haré lo que me dé la real gana".

Por eso debía recibir su adecuado correctivo, estaba claro.

—De rodillas —ordenó el alfa.

—¿De rodillas? —preguntó Seokjin sin entender para qué.

—Exactamente.

—Como quieras —murmuró aún confundido el omega, pero adoptando la posición indicada. A saber qué jueguecito se traía entre manos Namjoon. Con más dificultad de la prevista por estar vendado consiguió adoptar la postura que el alfa indicó.

Namjoon se situó frente a él y empezó a desprenderse de sus pantalones, su camisa y cualquier otra prenda que llevara encima. Se agarró la polla con una mano y se la acercó hasta sus labios. El omega no podía ver sus intenciones, pero sí acatar sus peticiones.

—Chúpamela.

Seokjin escuchó la orden y, la verdad sea dicha, no sabía muy bien qué hacer; no se negaba, pero tampoco quería darle la satisfacción de mostrar su ignorancia.

Con indecisión, pero confiando en su suerte, se humedeció los labios para después con la punta de la lengua buscar el miembro del alfa, porque podría necesitar más práctica, pero no era tan tonto como para no saber qué era lo que tenía que chupar.

—Carajo —siseó Namjoon en respuesta al primer y leve contacto.

Ante esa exclamación Seokjin se animó y lo hizo de nuevo. Ahora presionando con más fuerza. Y por supuesto el alfa en cuestión se lo agradeció con otro gemido.

Quería hacerlo bien, así que tras acariciársela suavemente con tímidas pasadas de la lengua pensó que el verbo "chupar" abarcaba otra acepción.

Se lanzó a la piscina sin saber cómo iba a salir después, pero estaba seguro de que el alfa le echaría una mano, ¿no? Más que nada porque le estaba gustando. Entraba y salía de su boca, a veces provocándole arcadas por la rudeza de sus embestidas. Para no caerse levantó las manos tanteando en la oscuridad hasta posarlas en sus caderas desnudas y se aferró a ellas.

Namjoon seguía penetrándolo sin descanso, emitiendo sonidos de satisfacción cada vez más elocuentes.

—Eres jodidamente bueno en esto.

Bueno, eso lo animaba a continuar.

Así que no se limitó a chupársela; movió las manos hacia el centro y empezó a rozar con las yemas de los dedos sus testículos; el alfa embistió con más fuerza, Seokjin cogió aire con fuerza por la nariz, Namjoon gruñó sin detenerse, el omega no sabía qué más hacer.

Desde luego, cuando se corrió en su boca, Seokjin no estaba en absoluto preparado; fue algo tan inesperado... se atragantó, tosió, pero no se retiró, dejó que Namjoon eyaculara en su cavidad bucal, tragándoselo todo sin preguntar.

—Eso, eso es, querido, todo. No dejes caer ni una gota —dijo entre gruñidos.

Seokjin descansó sobre sus piernas dobladas, dejó caer la cabeza y ni se preocupó por la venda.

Si alguien preguntaba qué acababa de experimentar no podría explicarlo con palabras. Se sentía demasiado extraño, pero satisfecho como para exprimirse la mente en busca de más adjetivos. Namjoon dio un paso atrás, no se lo podía terminar de creer. El distinguido joven Choi le acababa de hacer una mamada, vendado, de rodillas y desnudo.

Esta era una de esas cosas en la vida en la que jamás hubiera pensado.

Y lo más chocante del caso es que Seokjin no reflejaba en su rostro ni una expresión de arrepentimiento, ni de asco, ni de reproche por su comportamiento, sino todo lo contrario; permanecía a la espera.

A contracorriente ➳ NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora