Proposiciones

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Seokjin estaba recostado plácidamente sobre el pecho fuerte de Namjoon mientras este fumaba sin pensar en nada. El omega se entretenía jugueteando con el vello pectoral sin otra cosa mejor que hacer.

Era cierto que el alfa ya se había encargado de entretenerlo adecuadamente para que no protestara, pero la verdad era que se estaba muy bien así, apoyado contra Namjoon, oyendo su respiración tranquila, compartiendo cama y no necesariamente desordenándola, por el simple placer de poderlo hacer, sin más pretensiones. Debería haber caído dormido hacía un buen rato, como era habitual en él, pero sin saber por qué estaba desvelado.

Namjoon apagó su cigarro y Seokjin levantó la cabeza para mirarlo.

—Se supone que ya deberías estar roncando y protestando, porque quiero hacer algo diferente —dijo el moreno sin intención de criticar, solo por iniciar un tema de conversación aparentemente inocuo. Estaba muy a gusto en esa postura.

Seokjin se encogió de hombros. Tenía razón. No había más que añadir.

El problema era que su cabeza no dejaba de dar vueltas y más vueltas. Definitivamente tanto sexo, y del bueno, podía llevar a un omega a perder un poco el norte, porque de no ser así no se explicaba cómo estaba tumbado, y desnudo para enfatizar el asunto, con el alfa que solo quería obtener una buena posición social valiéndose del matrimonio. Seokjin lo sabía, tenía la certeza absoluta de ese hecho, y aun así volvía una y otra vez a tropezar en la misma piedra. A estas alturas sus rodillas deberían estar despellejadas de tanta caída, pero no, resulta que volvía a por más.

Decidió que no iba a ser el único que va que a desvelarse esa noche. Así que buscó algún tema de conversación para distraerse y tocarle un poco la moral. Quizás viéndole disgustado Seokjin se sentiría mejor.

Se estaba convirtiendo en una arpía, pero además de inevitable, teniendo en cuenta las compañías, era muy divertido.

—A veces me pregunto si no se pueden hacer más cosas en la cama —murmuró de forma casual, como si dudase entre si iba a llover o no, lo cual importaba bien poco.

—¿Por ejemplo? —La propuesta, ciertamente, era de lo más interesante para el alfa.

—Déjame pensar. —No necesitaba hacerlo, para nada, pues había un tema, lo suficientemente atractivo para Seokjin y lo suficientemente rechazable para Namjoon, que podía proponer y así comenzar una discusión. Necesitaba entablar con el alfa algo más que un parloteo animado—. Un trío.

Al estar tumbado sobre el pecho del alfa notó cómo este contenía la risa. Estaba claro que no lo estaba tomando en serio.

Bien, pues eso había que remediarlo.

—Sí, me apetece probarlo. Es algo que me intriga.

«Lógico», pensó el alfa, pero no iba a dejar que su relación siguiera esos rumbos. De eso se encargaría personalmente.

—Ni hablar —sentenció Namjoon cortando de raíz cualquier posible negociación. Por supuesto Seokjin no iba a quedarse callado.

—¡No seas ridículo! Si quiero hacerlo, ¿por qué no puedo? —El omega se incorporó a medias y lo miró.

—Porque, como comprenderás, no voy a dejar que te toque nadie más. Olvídalo. —Su recién descubierto instinto posesivo no se lo permitía bajo ningún concepto. No con Seokjin.

—Quiero probarlo —repitió el omega.

—No.

—Se supone que debemos innovar, buscar nuevas sensaciones...

—Se supone que no te folla nadie más que yo.

Seokjin se separó del alfa e intentó mirarlo de forma intimidatoria. Como era una misión casi imposible, decidió optar por otra posibilidad.

A contracorriente ➳ NamjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora