Capítulo 4

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Pov Daniela:

Mis zapatos golpeaban delicadamente el mármol blanco que conformaba aquella escalera, provocando un ruido acompasado mientras descendía con tranquilidad por los peldaños de esta.

Mis pasos se detuvieron en seco al ver a dos personas desconocidas en la entrada de mi casa, me permití observarlas por varios segundos aprovechando que se encontraban distraídas conversando con mi madre.

A la derecha se encontraba una mujer que rondaba los cuarenta años, de complexión delgada, su mirada lucía cansada y una pequeña cicatriz acompañaba a su casi perfecta dentadura. Su cabello pelinegro caía desordenado por su rostro, tapando sutilmente parte de este y sus gestos la hacían ver una persona cariñosa, familiar y agradable.

Detrás suya se encontraba la que parecía ser su hija, pues era prácticamente idéntica a ella, solo había un pequeño matiz que las diferenciaban.

Aquella joven de casi mi misma edad tenía ojos verde oliva y ese verde transmitía rencor, enfado, intranquilidad. Su mirada parecía estar perdida en un recuerdo desgarrador que se había comido toda la expresión de felicidad que podría producir su iris, sus rasgos eran serios, amenazadores; ella provocaba miedo.

Con suma lentitud me acerqué a ellas, resguardándome tras el cuerpo de mi madre.
Ambas posaron su mirada en mí, provocando que mis pulsaciones aumentarán imperceptiblemente, sonreí sutilmente.

Mf- Daniela- habló mi madre- ellas son Marta y María José, serán las nuevas empleadas del servicio- anunció presionando su mano sobre mi espalda baja para que me acercara a ellas y la saludara.

D- Hola- murmuré tendiendo mi mano.
M- Encantada- dijo tomando mi mano mientras formaba en su rostro una gran sonrisa. 

Después de unos segundos de contacto, deslicé mi mano hasta que se encontró en frente de María José. 

D- Hola- repetí sin apartar mi mirada de ella.

Marta dejó un pequeño golpe con su codo en el costado de su hija, por lo que esta suspiró y tomó mi mano.

Su contacto era gélido, provocándome un escalofrío que se instaló en mi espina dorsal. María José parecía ser un tempano que carecía de sentimientos, un trozo de hielo corrompido por el odio, prohibiendo que su corazón latiera en busca de algo de felicidad.

P- Hola- su grave tono de voz erizó mi piel, creando una pequeña sensación de cosquillas tras mi nuca.

Aquella extraña sensación provocó que dejase escapar todo el aire que se encontraba en mis pulmones, creando un agudo ruido que se asemejó a un pequeño gemido.

Rápidamente me giré buscando con la mirada a mi madre, pero está estaba concentrada hablando con Marta.

Una sensación de paz me invadió al saber que ella no lo había escuchado.

En cambio, en el rostro de aquella pelinegra se creó una sonrisa burlona, mientras su lengua recorría lentamente su labio inferior, el cual posteriormente atrapó entre sus dientes.

Odiaba admitirlo pero esa escena fue jodidamente atractiva.

María José dejó escapar una ligera carcajada provocando que la rabia ascendiera rápidamente por mi sistema, inundando cada poro de mi piel, ella sí lo había escuchado.

Algo me decía que entre nosotras dos no habría una bonita amistad.

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Holaa🤍🤍 cómo andan??

Espero que os guste el capítulo ☺️☺️

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🤍 GRACIAS 🤍

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