Ansiando escapar

Capítulo 48

Pov Poché:

*Siete años después*

Aún conservo en mi memoria los recuerdos de aquel día, desde que salí de la casa de los Calle mi vida cambió tan drásticamente que dejer de saber quién era yo.

Ya no encontraba el reflejo de María José Garzón en el espejo, ahora era solo una extraña que se dedicaba a sonreír falsamente a los demás durante el día, y por la noche se encerraba en su cuarto a llorar.

Desenamorada.

Abandonada.

Rota.

Podría definir mi estado actual con esas tres palabras, aunque sinceramente eran miles de emociones desagradables las que impregnaba mi vida.

Con era costumbre, desperté agitada, aquel mounstro me había vuelto a visitar en forma de pesadilla. Mi respiración inestable era acompañada por el frenético latido de mi corazón. El sudor que humedecía mi cara se mezclaba con las diversas lágrimas que recorrían mi rostro.

Sus ojos habían aparecido allí de nuevo, me miraban fijamente pero estaban apagados, ensangrentados, llenos de lágrimas, llenos de dolor.., lo que más daño me hacía era bajar mi mirada a sus labios y encontrar allí dibujada una sonrisa.

Sonrisa falsa, sonrisa que escondía todo el dolor que sus ojos reflejaban.
La culpabilidad recorría mis venas al saber que era yo la causa de todo lo que veía reflejado en mis sueños.

Cuando logré que mi ansiedad se estabilizara, miré el reloj que tenía en la mesilla.

4:30am.

Dejé escapar un suspiro mientras frotaba mis ojos, desvaneciendo el poco sueño que aún quedaba en mí.

Salí de la cama dirigiéndome con pereza hacia la cocina, tomé una taza y comencé a preparar café.

Dejé que aquel intenso aroma impregnara el lugar mientras tomaba asiento en uno de los taburetes de la cocina.

El cansancio acumulado comenzaba a notarse en mi rostro, dejando que el oscuro color de las ojeras fuese desplazando al pálido tono de mi piel. Mi mirada cansada solo lograba completar aquella escena de una cara demacrada que poco a poco iba consumiendo a la verdadera Poché.

Acabé mi café con suma lentitud, para posteriormente tomar una cálida ducha que me ayudó a relajar levemente mis músculos.

Desde que me fuí no supe nada de ella, y eso, eso estaba destruyéndome poco a poco.

Había decidido desaparecer de la vida de todas las personas que amaba para no dañarlas y perjudicarla, aunque eso haya implicado destruirme a mí.

Volví a mirar el reloj.

7:30 am.

Me coloqué mi tan común traje negro, ajusté mi corbata y salí hacía la empresa que me había dedicado a fundar durante estos años para poder mantener mi mente ocupada.

Estaba segura que hoy sería un día largo, sobre todo por la reunión con nuevos inversores, pero agradecía tener cosas pendientes que no me dejaran pensar en ella.

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Holaa🤍🤍 cómo andan??

Espero que os guste el capítulo ☺️☺️

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