Capítulo 60

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Pov Poché:

Podría molestarme en buscar la palabra o describiros exactamente lo que en estos instantes sentía que arrebasaba mi cuerpo, pero a pesar de intentar unir aquellas incoherentes sensaciones no era capaz de crear letras dispuestas a formar mis sentimientos porque a falta de ellos, no sentía nada.

Y esa nada no se formó por falta de sensaciones, todo lo contrario, se formó por la saturación de mi organismo ante las guerras que inundaban mis órganos dispuestas a aniquilar mi corazón.

¿Este sería nuestro final?

¿Así?

¿Ahora que la volvía a encontrar?

¿Existía un final sin haber tenido un principio?

¿Cuál era nuestro inicio?
¿Me amaba?

¿Me habría extrañado?

¿Me habría extrañado tanto como yo a ella?

¿Me amaba como yo la amo a ella?

¿La amo?

Joder pues claro que la amo- bufé dejándome caer en la silla del escritorio.

Bajé mi mirada observando mis dedos, aún lucían algo húmedos, manchados de la esencia de Daniela.

Recorrí con mi mirada toda la extensión de ellos, como si aquella tenue humedad fuese lo único que mantendría a Calle junto a mí, como si aquel líquido pegaso fuese un aliciente más, una pista, una prueba de que ella aún me amaba, de que todavía nada estaba perdido.

Suspiré alzando mis dedos hasta que estos brillaron gracias a los débiles rayos de sol que se escabullían por la ventana.

Me sentía mareada, jodidamente satisfecha, me encontraba magníficamente satisfecha de sexo, pero completamente vacía de amor.

Tal vez fue la falta de palabras la mera causante de que nuestro hilo rojo acabase totalmente destrozado, o tal vez cometimos un error al conocernos en el lapso de tiempo equivocado.

Tal vez ambas éramos perfectas, pero no para la otra, tal vez erramos al ansiar encajar unas piezas en un puzzle ya completo, o tal vez no teníamos las piezas suficientes para crearlo.

Quizás nuestro error más garrafal fue desearlo todo cuando el destino no quería nada para nosotras, quizás no aprendimos a jugar al ajedrez, y en un falso movimiento ambas reinas caímos aunque muy en el fondo sabíamos que nunca tuvimos un rey.
Nunca necesitamos uno porque nos pasamos la vida esperando a una reina, una que cortase ese movimiento y que, por primera vez en la vida, acabase con esa partida, dispuesta a enfrentarse a cada peón, torre o caballo que se impusiese nuestro camino.

Quizás el error fue querer unir dos polos iguales, a pesar de que la física insistiese en que eso era imposible, quizás ella era agua y yo aceite, y por mucho que nos mezclasen al final siempre acabábamos separándonos, quizás fuí demasiado ambiciosa al creer que ella me amaba, quizás fue mi error, quizás nunca fuimos almas gemelas, quizás yo siga navegando por el extenso mundo de mi imaginación en busca de un sueño en el que ella aparezca diciéndome te amo de nuevo.

Y tras tantos tal vez y tanto quizás, puede que tan solo quede una realidad y que en ella se refleje lo que más temía...

Nuestro final.

Esta vez fue solo una lágrima la que recorrió mi mejilla humedeciendo toda la extensión a su paso, esta vez fue esa única gota salada la que se perdió entre la comisura de mi labio dejando en mi paladar aquel característico toque salino.

Esta vez no salieron más lágrimas de mí, ya había llorado demasiado por algo que ahora estaba segura nunca debió de existir, o mejor dicho, nunca existió

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Holaa🤍🤍 cómo andan??

Espero que os guste el capítulo ☺️☺️

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🤍 GRACIAS 🤍

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