Capitulo 14

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Pov Poché:

Aquel aura de nerviosismo recorría el lugar llenándolo de aquel denso silencio que tanto odiaba. Mi corazón palpitaba desesperado por salir tras ella, mi respiración continuaba presa de la inestabilidad, y mi labio ardía a causa de aquel amargo dolor.

La rabia y la necesidad eran protagonistas de la guerra que se estaba debatiendo en mi interior y que estaba destruyendo todo lo que encontraba a su paso.

Aquel nudo en mi garganta crecía sin importarle la sensación de asfixia que me estaba creando.

Fue así, acompañada de la soledad, que sentí por primera vez en mi vida que era estar enamorada.

Fue así también como descubrí que odiaba sentir aquella sensación.

Y fue también así como descubrí que nunca, en toda mi existencia, me permitiría caer rendida ante ella, ante Daniela Calle.

Me dirigí a mi habitación experimentando como el amargo sabor del trago del desamor hacía estragos en mi interior, provocando que mi estómago se revolviese y las náuseas llegasen a mí.

Entré en mi baño, y no fue hasta que observé mi rostro reflejado en el espejo, que vi como aquel par de lagrimas se desprendían y recorrían con desespero mi mejilla, una manchando mi existencia, y la otra rompiendo mi corazón y alma.

Aquel líquido salado se escabulló entre mis pensamientos, comenzado a impregnar mi rostro de aquellas pequeñas gotas que estaban compuestas de él.

Fue así como rompí en un llanto descontrolado, un llanto que nunca había experimentado en mi vida.

Un llanto desgarrador donde mis pulmones eran incapaces de obtener oxígeno, aunque estos se hinchasen clamando por alguna gota de esa sustancia.

Un llanto donde la asfixia comenzaba a apoderarse de mi cuerpo.

Un llanto que opacó mis emociones, enmudeció mis pulsaciones y controló mi organismo.

Un llanto que venía acompañado de mi más fiel y temida amiga, la ansiedad.

Sabía de sobra que la culpable de este estado no era ella, de Daniela, sino todas las emociones que llevaba tanto tiempo ocultando.

Aquellas emociones que me encargué de no sacar a la luz hoy explotaron en mi interior creando un vacío que me engulló.

Como era costumbre en estos episodios, mi cuerpo comenzó a temblar, mientras un sudor frío recorría mi espina dorsal. Aquel punzante dolor que se instaló en mi pecho, era tan doloroso que poco a poco comenzó a marearme.

Empecé a mecerme, rogando por que aquel débil balanceo atrajera algo de calma, tranquilidad, sosiego.

Me aferré a mis rodillas como si ese agarre dependiese de mi estancia en el ahora, como si aquel contacto desvaneciera todos los sentimientos que enfurecidos recorrían mi interior, ahogándome en las tenebrosas garras del temor.

Todo a mi alrededor comenzó a adquirir aquel característico ennegrecimiento, mis ojos comenzaron a pesar y en cuestión de segundos caí rendida ante ella, una vez más la ansiedad me doblegó y perdí de nuevo la batalla contra ella.

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Holaa🤍🤍 cómo andan??

Espero que os guste el capítulo ☺️☺️

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