Narrador omnisciente:
Dos semanas después:
-A pesar de los planes de los príncipes de hablar personalmente con sus guardianas, las circunstancias se lo habían impedido. Siempre estaban rodeados de gente o ocupados con sus deberes reales, mientras que las chicas, en su papel de guardianas, mantenían un comportamiento neutro y profesional. Sin embargo, finalmente tuvieron la oportunidad de hablar, en medio del picnic entre los reinos vecinos que se estaba llevando a cabo en ese momento:
Jun: Chicas, han pasado dos semanas desde el ataque. Queríamos saber cómo están, cómo se sienten después de todo lo que ocurrió-Mencionó, su tono lleno de preocupación mientras buscaba sus miradas.
Yayoi: Estamos bien, Su Majestad. No tienen por qué preocuparse por nosotras-Respondió con una calma que intentaba transmitir tranquilidad.
Tsubasa: Aún así, queremos agradecerles sinceramente por salvarnos-Su voz era firme, pero había una nota de genuina gratitud.
Sanae: No, no deben agradecer, príncipes. Es nuestro deber protegerlos-Contestó, su tono claro y decidido, como era su costumbre.
-Sin embargo, antes de que alguno de los príncipes pudiera continuar, un guardia real llegó corriendo, visiblemente alterado:
Genzo: ¿Qué sucede?-Preguntó, su preocupación evidente al ver la urgencia en la expresión del guardia.
Guardia: ¡Su Majestad! Estamos siendo atacados…-Informe interrumpido por la agitación de su aliento-Parece que estaban esperando el picnic, ya que se encuentran reunidos los cinco reinos más importantes-Añadió, su voz llena de alarmante urgencia.
Hikaru: Maldición, ¿Cómo no lo pensamos? Debemos regresar. Nuestros padres y los demás reyes y príncipes están allí-Dijo, su tono grave y tenso.
Taro: Soldado, ¿Cuántos son?-Preguntó, tratando de mantener la calma en medio de la tormenta que se avecinaba.
Guardia: Más de cien, Su Majestad-Respondió, su voz temblorosa-Su padre me envió para que se mantuvieran a salvo por si algo les ocurría-Su expresión era seria, y la advertencia resonó en los corazones de todos.
-Los siete príncipes se miraron, entendiendo que lo que estaba sucediendo era mucho más grave de lo que habían anticipado:
Kojiro: Gracias, soldado, pero si nuestros padres están en peligro, debemos ir-Sentenció con determinación.
Maki: Su Majestad, no podemos dejar que arriesguen su vida. Debemos mantenerlos a salvo-Intervino, interponiéndose en su camino junto a sus amigas.
Tsubasa: Guardianas Black Hearts, ¡Háganse a un lado!-Exigió, su voz autoritaria resonando en el aire, decidido a luchar.
Sanae: Lo sentimos, Príncipe Tsubasa, pero en estos casos solo obedecemos las órdenes de los reyes o del protocolo de seguridad Real-Su tono era firme, como un muro que no se podía derribar.
Wendy: Príncipes, sabemos que quieren luchar. También somos conscientes de que son hábiles con la espada, pero si esta masacre termina en tragedia, ustedes son los herederos del Reino del Sol Naciente. Si no nos movemos, pronto vendrán a buscarlos al notar su ausencia-Habló con seriedad, su mirada fija en ellos.
Flor: Así es. Nos dividiremos. Guardiana Nishimoto, Nakazawa, Akamine y yo iremos al lugar de la emboscada, mientras que ustedes, Guardiana Torres, Aoba y Fujisawa, llevarán a los príncipes a salvo. ¿Entendieron?-Indicó con una determinación implacable, mirando a sus amigas.
Las chicas: ¡Sí, Guardiana Díaz!-Respondieron al unísono, la adrenalina comenzando a fluir en sus venas.
Flor: Bien, no hay tiempo que perder. Llévenlos al palacio-Dijo antes de comenzar a correr, seguida por sus compañeras.
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Nuestras Guardianas (Capitán Tsubasa)
Non-Fiction-En el majestuoso Reino del Sol Naciente, siete jóvenes guerreras han sido entrenadas para ser las más formidables protectoras del reino. Cuando el Rey Felipe convoca sus servicios, las Guardianas Black Hearts se enfrentan a una misión inesperada: p...