30#El precio de la victoria.

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Narrador omnisciente:

-La velocidad a la que llegaron al Reino y a la enfermería no fue normal, especialmente con las heridas que cargaban. El tiempo jugaba en su contra, y cada segundo parecía alargarse como una eternidad. Taro, con el corazón en un puño, gritó el nombre de los doctores y enfermeras, quienes llegaron a toda prisa, horrorizados al encontrar el cuerpo inconsciente de la Guardiana Torres en un charco de sangre. Una herida circular, provocada por la espada del enemigo, desgarraba su abdomen. Sin embargo, lo que les dio un atisbo de esperanza fue el leve movimiento de su pecho, aunque su respiración era lenta y pausada. La vida de Wendy pendía de un hilo.

Con la ayuda del personal médico, la llevaron rápidamente al interior, dejando a los príncipes y a la Guardia Black Hearts en la sala de espera:

Flor: Dios Santo, solo espero que se recupere...-Susurró en estado de shock, mirando al suelo, sin poder procesar lo que había sucedido.

Jun: Nosotros también, pero será mejor que vayan a que las curen y revisen-Aconsejó con seriedad, su voz grave llenando el aire tenso-Ustedes están muy lastimadas, y las heridas podrían infectarse rápidamente-Añadió, mirando con preocupación a sus compañeras.

-A pesar de sus palabras, tanto la Guardia Black Hearts como los príncipes se negaron a abandonar la sala de espera de la enfermería. La ansiedad se palpaba en el ambiente, el silencio se hacía pesado. Cada uno luchaba con sus pensamientos, atemorizados de que el silencio podría ser un presagio.

El tiempo avanzaba lentamente y las horas parecían un día. Nadie se atrevía a romper el silencio, el miedo a pronunciar lo que todos temían, la posibilidad de que Wendy no estuviera...pesaba sobre ellos como una losa.

De repente, la puerta de la sala donde mantenían a Wendy se abrió, sobresaltando a los presentes. Todos se pusieron alerta al ver al Doctor Aoi Shingo, el médico de la familia real. Él se notaba cansado, pero sobre todo, triste y derrotado. Con una mano apoyada en la pared, se quitó las gafas para frotarse los ojos:

Genzo: Doctor Aoi...-Lo llamó con calma, aferrando la mano de Flor-¿Cómo está ella?-Preguntó con un hilo de esperanza.

Doctor Aoi: Estable, al menos de momento-Respondió con seriedad, su mirada baja, como si la carga de la noticia que traía pesara sobre sus hombros.

-Al escuchar esa respuesta, un suspiro de alivio recorrió la sala. Las sonrisas regresaron, aunque tímidamente:

Yukari: Sabía que Wen se recuperaría, ella es muy fuerte-Comentó feliz, aunque la preocupación seguía asomándose en sus ojos.

Doctor Aoi: No dije que se recuperaría, Guardiana Nishimoto.-Corrigió rápidamente, elevando la vista para ver a todos-Solo dije que estaba estable, no que se recuperaría.-Aclaró, su voz firme pero grave.

Taro: ¿A qué te refieres?-Preguntó, su tono mortalmente serio, sintiendo un nudo en el estómago.

Doctor Aoi:  El estado de la Guardiana Torres es...-Suspiró, buscando las palabras correctas-Muy complicado. La herida que recibió fue muy grave-Explicó, el eco de sus palabras resonando en la sala.

Yoshiko: Dinos la verdad del estado de Wendy-Solicitó, sintiendo que había mucho más detrás de las palabras del médico.

Doctor Aoi: La herida le perforó varios órganos. Además, tiempo atrás había recibido una herida en el mismo lugar, pero esa vez no fue tan grave como ahora. Por temor a que pasara esto le dije a la Señorita Torres que tenía que evitar recibir un golpe fuerte en ese lugar-Informó con voz tensa-Ella perdió gran parte de su sangre. En mi opinión, es un milagro que siga viva-Añadió, el peso de sus palabras golpeando a todos como una ola helada.

-Al escuchar toda esa información, los rostros de todos se pusieron pálidos, como hojas de papel. La realización de lo que había ocurrido se instaló en sus corazones, y la preocupación por Wendy se transformó en un torrente de miedo. Las chicas comenzaron a recordar si Wendy les había mencionado alguna vez lo que le dijo el Doctor Aoi, pero grande fue su sorpresa al darse cuenta de que nunca lo había hecho. Ella nunca les había compartido esa carga.

El Doctor Aoi les dio unos minutos para procesar la dura noticia antes de proseguir:

Doctor Aoi: Pudimos estabilizarla un poco, pero el problema es que la Guardiana Torres ha entrado en coma y no podemos hacer la transfusión de sangre porque podría ser peligroso-Explicó, su voz aún más grave.

Tsubasa: Entonces, eso significa que solo hay que esperar a que Wendy despierte, ¿No?-Dijo, intentando mantener la esperanza mientras analizaba la información que les había dado el doctor.

Doctor Aoi: El problema es que...la Guardiana Torres no parece que vaya a despertar pronto y...-Se calló, su cabeza bajando en un gesto de desolación, sabiendo lo que significaba esto para todos.

Maki: ¿Y?-Preguntó, temiendo lo peor.

Doctor Aoi: Las heridas de la Guardiana Torres son demasiado graves. No creo que su cuerpo aguante mucho...-El silencio se tornó más pesado que los anteriores. Las palabras del doctor resonaron en el aire, un eco ominoso que causó que algunos sintieran que se les cortaba la respiración.

-Al ver que todos estaban en estado de shock, el doctor decidió seguir, aunque le costaba cada palabra:

Doctor Aoi: Si la Guardiana Torres no despierta en un plazo de diez días, morirá-Sentenció, su voz un susurro que retumbó en el corazón de todos, despojándolos de cualquier atisbo de esperanza.

El tiempo parecía detenerse en la sala. En sus corazones, una sombra de tristeza se instalaba, un recordatorio de que la lucha por la vida de Wendy apenas comenzaba.

















































Continuará...







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Nuestras Guardianas (Capitán Tsubasa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora