29#Ecos de rendición.

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(Aclaración: Espero que les guste los edit que hice para este capítulo y feliz navidad a todos).

Narrador omnisciente:

-Al escuchar el resonante sonido de la trompeta y ver al Sargento Zango del Clan Pi Sheng levantando la bandera blanca, el campo de batalla se sumió en un extraño silencio. Todos sabían lo que significaba aquella bandera: el fin de la contienda:

Sargento Zango:  ¡El Reino del Clan Pi Sheng se rinde! ¡Detengan la batalla!-Proclamó con voz firme, elevando la bandera con su mano sana.

-Al oír este anuncio, los soldados del Reino del Sol Naciente bajaron sus armas, dejando caer la tensión acumulada durante tanto tiempo. La gran guerra había llegado a su fin. La incertidumbre había nublado los corazones de los príncipes, quienes, a pesar de su valentía, no estaban seguros de poder salir victoriosos. Sin embargo, habían logrado sobrevivir y, lo más importante, habían encontrado en el dolor y la desesperación la fortaleza para confiar los unos en los otros.

Los ecos de júbilo resonaron por todo el lugar, mientras los soldados comenzaban a ayudar a los heridos. La paz, aunque frágil, parecía haber regresado a ellos. Sonrisas de satisfacción iluminaban los rostros de los príncipes:

Jun: No...no puede ser...hemos ganado...-Murmuró, aturdido por la incredulidad.

Hikaru: Créelo, Jun, porque es la verdad-Afirmó, forzando una sonrisa a pesar de la fatiga que lo consumía.

Yayoi: Príncipes, ¿Están bien?-Preguntó, acercándose corriendo con un aire de preocupación.

Jun: Nosotros estamos bien. ¿Y ustedes?-Respondió, examinándola de arriba a abajo con ojos críticos.

Yoshiko: Nos alegra escuchar eso, pero... ¿Y los demás?-Interrogó, lanzando miradas rápidas a su alrededor, ansiosa por saber más.

Hikaru: No lo sabemos. Nos separamos un poco antes de que sonara la trompeta de rendición-Contestó, su tono grave reflejando la seriedad del momento.

Yayoi: Hay que buscarlos, debemos asegurarnos de que estén bien...-Su voz se quebró, negándose a siquiera considerar la posibilidad de que algo malo hubiera sucedido.

-Sin perder tiempo, los cuatro comenzaron a correr por el bosque Rutherford en busca de sus hermanos y amigas, mientras el Sargento Kou se ocupaba de supervisar la rendición del ejército enemigo.

Con Kojiro y Maki:

-Kojiro se movía por el campo de batalla con desesperación, buscando a Maki. La angustia lo invadía al pensar que se habían separado desde el inicio del conflicto. Finalmente, la encontró semi sentada, apoyada contra un árbol:

Kojiro: ¡MAKI!-Gritó, su corazón latiendo con fuerza mientras corría hacia ella.

Maki: Oh, Dios, Kojiro...qué alivio que estés bien...-Murmuró, aliviada al verlo.

Kojiro: Lo mismo digo. Nos separamos apenas comenzó la guerra y no sabía si tú...-Se detuvo, incapaz de pronunciar el resto-¿Estás herida en alguna parte?-Interrogó, preocupado.

Maki: No, pero... ¿Tú estás bien? ¿No estás herido?-Preguntó, su rostro reflejando la misma preocupación.

Kojiro: Yo estoy bien, solo un par de cortes aquí y allá Ahora dime la verdad, ¿Cómo te sientes?-Respondió, aunque su voz delataba la preocupación.

Maki: Me alegra y no te preocupes, estoy bien, solo algo cansada, eso es todo-Contestó, intentando ponerse de pie, pero Kojiro la detuvo con firmeza.

Kojiro: No, yo te llevaré-Afirmó con seriedad mientras la alzaba en brazos-Y no hay "peros" que valgan-Añadió con firmeza.

Nuestras Guardianas (Capitán Tsubasa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora