Narrador omnisciente:
-Luego de que las chicas se retiraran de la sala del trono, avanzaron por los pasillos en dirección a sus habitaciones, el eco de sus pasos resonando en el silencio. Pero su marcha fue interrumpida por un reproche en voz baja, que surgió del corazón de Yukari:
Yukari: Chicas, ¿En qué demonios estaban pensando? Dios mío, esta vez sí se pasaron-Dijo, sus ojos reflejando preocupación.
Wendy: Tranquilízate, Yuka. No es la primera ni será la última vez que nos veas así-Respondió, intentando restarle gravedad al asunto con un tono sereno.
Yukari: ¿Dices que me tranquilice? Chicas, en serio, casi me da algo cuando las vi ingresar a la sala del trono y encima tan...tranquilas-Replicó, su seriedad intensificando la tensión.
Yoshiko: Lo sabemos, pero sabes que es parte de nuestro trabajo. Aprendimos desde muy jóvenes que podríamos volver así de cualquier batalla, e incluso que podríamos morir. Todas somos conscientes de ese hecho-Contestó, manteniendo una postura neutral.
Maki: Además, no es de nosotras de quienes debiste preocuparte, sino de esos ladrones. Fue su mayor error subestimarnos-Se burló, dejando escapar una leve sonrisa.
Yayoi: Sí, claro, por eso mandaron a más de setenta hombres a intentar secuestrar a los siete príncipes del Sol Naciente-Dijo con sarcasmo, haciendo que las demás rieran suavemente.
Maki: Buen punto-Asintió, aún sonriendo.
Yukari: Está bien, tienen toda la razón, pero aún así, díganme que toda esa sangre que tienen encima no es suya, por favor-Pidió, su preocupación palpable.
Flor: La mayoría no es nuestra. Ese clan era bastante escurridizo-Contestó, con un tono que denotaba cierta satisfacción-Solo un par de cortes aquí y allá, nada que no hayamos lidiado antes-Añadió con seguridad.
Sanae: Además, tú nos retas, pero cuando estás en el campo de batalla, eres aún peor. ¿O no recuerdas la batalla en el bosque Rutherford hace años?-Cuestionó, levantando una ceja.
Yukari: Es verdad, la cicatriz en mi brazo me lo recuerda todos los días. Pero ese no es el punto-Admitió, soltando un suspiro resignado-Ha pasado tiempo desde la última batalla que tuvimos, y saber que no pude estar con ustedes...luego verlas en ese estado, simplemente me asustó-Confesó, su voz temblando levemente.
Wendy: Lo sabemos y lo entendemos. Nosotras estaríamos igual o peor que tú-Contestó suavemente-Pero todas sabemos que nuestra prioridad más importante es proteger y velar por la seguridad de los príncipes. Hoy te tocó a ti irte y "Dejarnos atrás", pero en otra ocasión será otra de nosotras, y debemos aceptarlo-Añadió con un tono de comprensión.
Yukari: Lo sé-Respondió, aceptando la realidad con un simple gesto.
Maki: Bueno, ahora que terminaron los regaños, vamos rápido a nuestras habitaciones a darnos un baño y a quitarnos estas ropas llenas de sangre, para luego curar los rasguños que nos dejaron las espadas de esos idiotas-Mencionó, más relajada.
-Dicho esto, las chicas caminaron más rápido para llegar a sus habitaciones. Una vez allí, se bañaron, cambiaron de ropa y se curaron las heridas. Lo que ellas no sabían, o no prestaron tanta atención, era que los siete príncipes las seguían de cerca, escuchando cada palabra de su conversación:
Tsubasa: No puedo creer lo que acabamos de escuchar...-Murmuró mientras entraban a la biblioteca del palacio, su rostro reflejando asombro.
Ishizaki: Yo tampoco, es increíble que estén tan tranquilas y caminen como si nada hubiera pasado-Coincidió, sin poder ocultar su admiración.
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Nuestras Guardianas (Capitán Tsubasa)
Non-Fiction-En el majestuoso Reino del Sol Naciente, siete jóvenes guerreras han sido entrenadas para ser las más formidables protectoras del reino. Cuando el Rey Felipe convoca sus servicios, las Guardianas Black Hearts se enfrentan a una misión inesperada: p...