-En el majestuoso Reino del Sol Naciente, siete jóvenes guerreras han sido entrenadas para ser las más formidables protectoras del reino. Cuando el Rey Felipe convoca sus servicios, las Guardianas Black Hearts se enfrentan a una misión inesperada: p...
-Los príncipes, tras su intensa charla con su padre, se dispersaron por los jardines del palacio, buscando a sus guardianas personales. Habían recibido noticias inquietantes, y necesitaban la compañía de sus leales aliadas para despejar sus mentes:
Con Flor y Genzo:
-Genzo, decidido a encontrar a Flor, buscó en cada rincón del castillo. Al no hallarla, optó por salir al aire fresco. Al cabo de unos minutos, la vio sentada en una banca, contemplando el paisaje:
Genzo: ¡Hey, Díaz!-La llamó, sonriendo mientras se acercaba.
Flor: Hola, Gen-Respondió, girándose para mirarlo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Genzo: Por fin te encuentro. Pensé que te habías esfumado-Bromeó, sentándose a su lado.
Flor: Claro, si yo desaparezco, ¿Quién se encarga de cuidar?-Replicó, con un toque de humor.
Genzo: Oye, yo puedo cuidar de mí mismo, ¿Sabes? Muchas gracias-Hizo una mueca de ofensa-¿Qué haces aquí?-Consultó, con genuina curiosidad.
Flor: Nada, solo necesitaba salir a caminar y terminé aquí-Se encogió de hombros-¿Y tú?-Cuestionó con una ceja alzada.
Genzo: Te buscaba. Quería saber si querías hacer algo divertido-Su sonrisa se amplió.
Flor: ¿Qué tienes en mente?-Cuestionó, interesándose.
Genzo: Un lugar especial. Es un puente encantador sobre un hermoso lago-Sus ojos brillaban de emoción.
Flor: Suena bien. Vamos-Aceptó, sintiéndose más tranquila.
-Al llegar al lago, Flor quedó boquiabierta por la belleza del paisaje:
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Flor: Es hermoso el lugar-Elogió admirando su entorno.
Genzo: Lo sabía. Me alegra que te guste-Su sonrisa se ensanchó al ver la felicidad en su rostro.
-Pasaron el tiempo hablando y riendo, disfrutando de la compañía mutua, un bálsamo en medio de la tensión que les rodeaba.
