-En el majestuoso Reino del Sol Naciente, siete jóvenes guerreras han sido entrenadas para ser las más formidables protectoras del reino. Cuando el Rey Felipe convoca sus servicios, las Guardianas Black Hearts se enfrentan a una misión inesperada: p...
-El viaje había sido largo y agotador, durando dos días enteros, pero afortunadamente habían llegado al Reino del Clan Pi Sheng sin contratiempos desafortunados. Cuando finalmente se encontraron frente al imponente palacio del clan, las chicas bajaron de sus caballos, sintiendo la mezcla de nerviosismo y determinación que acompañaba a toda misión diplomática:
Flor: Majestades, hemos llegado-Anunció con voz firme mientras abría las puertas del carruaje, dejando escapar un suspiro de alivio al estar finalmente en su destino.
Reina Victoria: Muchas gracias, Guardiana Díaz-Le agradeció con una leve sonrisa, sintiendo un profundo aprecio por su lealtad y valentía.
Rey Felipe: Es tal y como lo describieron-Comentó, admirando la arquitectura majestuosa del palacio, cada detalle hablaba de la historia y el poder del clan. Justo en ese momento, un guardia se les acercó con un semblante serio.
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Guardia: Rey Felipe, Reina Victoria-Saludó con un tono respetuoso-Los líderes los están esperando en el salón del trono-Su voz carecía de emoción, reflejando la tensión que se cernía sobre la reunión.
Rey Felipe: Muy bien, guíenos-Contestó con neutralidad, pero la preocupación en su mirada era evidente mientras le pasaba un sobre al guardia.
-Con ese gesto, el guardia comenzó a guiarlos hacia el salón del trono, y el aire se volvió más pesado a medida que se acercaban. Una vez allí, el guardia se retiró, dejando a los reyes y a la Guardia Black Hearts a solas con los líderes reales:
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Rey Felipe/Reina Victoria: Majestades-Saludaron con respeto al estar frente a ellos.
Líderes: Rey Felipe, Reina Victoria, es un placer tenerlos aquí-Contestaron mientras se levantaban, sus rostros serios, pero intentando mostrar cortesía.
Zhu Ge: ¿Cómo les fue el viaje?-Preguntó con curiosidad, como si la respuesta pudiera suavizar la tensa atmósfera.
Reina Victoria: Fue agradable, gracias-Respondió con seriedad, pero su tono ocultaba la inquietud que sentía por la situación.
