32#La llamada del corazón.

67 4 4
                                    

Narrador omnisciente:

-Habían pasado nueve días desde que la guerra entre el Reino del Sol Naciente y el Reino del Clan Pi Sheng había llegado a su fin, y desde que Wendy había caído en un profundo coma. Sin embargo, el castillo parecía haber cambiado drásticamente; la atmósfera estaba cargada de tristeza y preocupación, reflejada en los rostros de los príncipes, los soldados, el Sargento Kou y la Guardia Black Hearts. A pesar de todos los esfuerzos y oraciones para que Wendy despertara, todo había sido en vano. Ahora, el último y temible día había llegado, y los príncipes y las chicas aún permanecían en la enfermería, sin haber cerrado los ojos la noche anterior, esperando recibir esa noticia que pudiera sacarlos de la oscura pesadilla en la que llevaban atrapados diez días:

Taro: Chicas, ¿Me pueden dejar a solas con ella? Por favor, necesito hablar con Wen-Pidió con voz entrecortada al entrar en la habitación, su mirada fija en la figura inmóvil de Wendy.

-Las chicas, con una mezcla de tristeza y comprensión, se miraron entre sí antes de retirarse, dejándole el espacio que tanto necesitaba.

Taro se acercó a la cama, su corazón latiendo desbocado mientras tomaba la mano de Wendy entre las suyas:

Taro: Recuerdo aquella vez, cuando andábamos a caballo por el reino. Me dijiste que siempre estarías conmigo, que siempre serías mi amiga y mi guardiana-Su voz se quebró, y lágrimas cálidas comenzaron a deslizarse por sus mejillas mientras recordaba sus momentos juntos-Prometiste que estarías ahí cuando te necesitara...entonces, ¿Por...qué? ¿Por qué...me haces esto? ¿Por...qué te interpu...siste?-El dolor lo consumía mientras cada recuerdo se desbordaba en su mente.

siste?-El dolor lo consumía mientras cada recuerdo se desbordaba en su mente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Espero que les guste el edit).

-Las lágrimas caían sin control, y Taro sentía que su corazón se rompía al recordar cómo ella siempre lo protegía, incluso cuando él podía hacerlo solo. Recordaba sus palabras de aliento, cómo siempre estaba a su lado incluso en sus peores momentos:

Taro: Por favor, Wen…si logras oírme, despierta y vuelve con nosotros. Quiero ser yo esta vez quien te cuide, quien te proteja, aunque sé que puedes hacerlo tú misma…como siempre lo has hecho conmigo-Susurró, sintiendo que la tristeza lo envolvía. Las lágrimas seguían cayendo, y el dolor se reflejaba en su rostro, desgarrando su alma-Te amo…-Murmuró entre sollozos, cayendo de rodillas al suelo, incapaz de soportar el peso de su angustia-Te amo, te amo desde hace tanto tiempo. Siento...siento tanto no habértelo dicho el día antes de la batalla, cuando fui a visitarte a tu habitación…lo siento mucho, Wen. Perdóname-Su llanto era un eco de su desesperación, resonando en la silenciosa habitación.

-En ese instante, las máquinas conectadas a Wendy comenzaron a sonar con un pitido agudo, sobresaltando a Taro. Se levantó de inmediato, su corazón latiendo con fuerza y el pánico apoderándose de él al ver que los signos vitales de Wendy se desvanecían rápidamente.

 Se levantó de inmediato, su corazón latiendo con fuerza y el pánico apoderándose de él al ver que los signos vitales de Wendy se desvanecían rápidamente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Taro: ¡DOCTOR AOI! ¡ENFERMERAS! ¡ALGUIEN VENGA RÁPIDO!-Gritó horrorizado, su voz llena de pánico, llamando ayuda como nunca antes lo había hecho. La desesperación se reflejaba en cada palabra, su corazón palpitando en un frenético ritmo.

-Sus gritos hicieron eco en los pasillos, atrayendo rápidamente la atención del doctor, sus hermanos y sus amigas, quienes ingresaron a la habitación en un torbellino de acción. Con firmeza, los médicos apartaron a Taro, pero él no podía apartar la mirada de la escena desgarradora que se desarrollaba ante él. El miedo se apoderaba de su ser mientras veía cómo los médicos luchaban por salvar a Wendy.

Uno a uno, sus hermanos y las chicas se unieron a él, observando la dolorosa escena, sintiendo cómo el frío de la realidad se instalaba en sus corazones. Todos comprendían lo que estaba sucediendo frente a sus ojos:

La estaban perdiendo.

Wendy estaba muriendo.




























Continuará...




Voten y comenten.

Nuestras Guardianas (Capitán Tsubasa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora