-En el majestuoso Reino del Sol Naciente, siete jóvenes guerreras han sido entrenadas para ser las más formidables protectoras del reino. Cuando el Rey Felipe convoca sus servicios, las Guardianas Black Hearts se enfrentan a una misión inesperada: p...
-Una vez que las príncipes se retiraron de la oficina real, las chicas se dirigieron a la habitación más cercana que encontraron, que resultó ser la de Yayoi:
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Yayoi: ¡Dios Santo! ¿Por qué son tan tercos?-Exclamó, dejándose caer sobre su cama con un suspiro profundo.
Yukari: Exactamente, es una verdadera locura lo que tienen pensado hacer-Coincidió, caminando de un lado a otro, como si intentara liberar su frustración.
Maki: No lo sé, pero no tienen idea de lo peligroso que es ir a una guerra. Solo espero que el Rey Felipe y la Reina Victoria les prohíban hacerlo-Dijo, cruzando los brazos y mirando al suelo, preocupada.
Yoshiko: Chicas, traten de calmarse. Estar así de alteradas y enojadas no ayudará en nada-Mencionó con serenidad, buscando que sus amigas encontraran un poco de paz en medio del caos.
Sanae: Tienes razón, Yoshi. Pero las chicas también tienen razón; los príncipes son unos terco... Y todo esto está sucediendo demasiado rápido: la guerra, los planes...todo...-Murmuró, sentándose en la cama de Yayoi, sintiendo el peso de la responsabilidad.
Flor: Cálmense todas-Indicó con voz serena-Soy consciente de que esto está pasando demasiado rápido, pero debemos mantener la calma. Los príncipes aún no nos confirmaron que irán a la guerra, y dudo que sus padres les permitan hacerlo. Así que no pensemos en eso todavía-Añadió con seriedad.
Wendy: Flor tiene razón. Chicas, sé que están preocupadas por los príncipes; yo también lo estoy. Pero debemos concentrarnos en nuestro deber: organizar los planes junto al Sargento Kou-Coincidió, levantándose de la silla con determinación-Eso sí, en el improbable caso de que ellos vayan a la guerra, tenemos que establecer un acuerdo-Miró a su líder, esperando que lo entendieran.
Yayoi: Tienen toda la razón, Wen, Flor, Yoshiko. Pero, ¿De qué acuerdo hablas, Wen?-Preguntó, medio incorporándose de su cama.
Flor: El acuerdo que menciona Wen es que, pase lo que pase en el campo de batalla, los príncipes siempre serán nuestra prioridad. Además, debemos hablar con ellos, porque si van a la guerra, no podrán ayudarnos si nos llega a pasar algo-Explicó con firmeza, preocupada por las posibles consecuencias.
Sanae: Entiendo. Conociéndolos, si ven que nos sucede algo, son capaces de olvidar que están en plena guerra solo para ayudarnos-Mencionó, su voz llena de inquietud.
Wendy: Exactamente. Por esa razón, debemos hablar con ellos y dejar las cosas bien claras. Si es necesario, que lo prometan-Dijo con seriedad, consciente del riesgo que enfrentaban-No sabemos lo que va a pasar, pero hay que estar preparadas para todo-Añadió con determinación.
Maki: Sí, hay que entrenar mucho y planear, junto al Sargento Kou, un buen plan de ataque-Coincidió, sintiendo que el tiempo se les escapaba.
Yoshiko: Hay que concentrarnos. Es nuestro deber proteger al reino y a los príncipes-Sentenció, llena de resolución.
Yukari: Ahora que ya está decidido, vamos a reunirnos con el Sargento Kou-Dijo con un suspiro, preparándose para lo que estaba por venir.
Las chicas: Sí, vamos-Respondieron al unísono, saliendo de la habitación con un propósito renovado.
-Mientras se dirigían al cuartel del ejército del palacio, cada una de ellas reflexionaba sobre el futuro incierto que les esperaba. La seguridad de las personas que amaban y del reino estaba en sus manos, y eso les daba una mezcla de ansiedad y determinación.
Con los príncipes:
-Cuando las chicas se retiraron, los príncipes comenzaron a hablar entre ellos sobre lo sucedido hace unos momentos:
Kojiro: Dios, son unas necias-Se quejó, dejándose caer en una silla con un gesto frustrado.
Hikaru: Aunque, seamos sinceros, nosotros somos iguales-Mencionó, sintiendo que la situación era un reflejo de ellos mismos.
Jun: Hay que admitir que sabíamos que esto pasaría más temprano que tarde-Comentó, rascándose la cabeza, pensativo.
Taro: Sí, pero no esperábamos que fuera tan difícil convencer a las chicas-Renegó, sintiéndose agobiado por la tensión.
Tsubasa: Al menos ya saben que si ellas van, nosotros también iremos-Dijo con seriedad, su mirada fija-Tenemos que prepararnos y entrenar arduamente para estar listos cuando llegue el día de la batalla-Sentenció, su voz decidida.
Ishizaki: Y no dudes que así lo haremos. Pero hay un problema-Comentó, mirando a sus hermanos con preocupación.
Hikaru: ¿Cuál?-Preguntó, curioso por la revelación.
Genzo: Hay que decirle a nuestro padre que ocuparemos su lugar el día de la batalla-Respondió con un suspiro, consciente del desafío que enfrentaban-El tema es, ¿Cuándo es más conveniente que se lo digamos?-Consultó, buscando la opinión de sus hermanos.
-Al escuchar la pregunta de Genzo, los príncipes se miraron entre sí, incapaces de encontrar una respuesta inmediata:
Jun: Todos somos conscientes de que queremos ir a la batalla. Primero, porque nuestro Reino está en juego, y segundo, para estar tranquilos sabiendo que estamos en el mismo lugar que las chicas-Mencionó-Si estamos allí y algo les pasa, podemos evitarlo o incluso ayudarlas...pero...-Fue interrumpido por las protestas de su hermano.
Hikaru: un, por favor, ni siquiera lo insinúes-Pidió, negándose a considerar esa posibilidad-Pero sé a lo que te refieres. Mamá se pondrá muy mal y se negará a dejarnos ir-Respondió, preocupado por la reacción de su madre.
Taro: Tienes razón. Lo último que queremos es causarle daño a nuestra madre. Pero es una decisión que ya tomamos. Además, todos somos mayores de edad y sabemos los riesgos a los que nos estamos exponiendo-Explicó, tratando de ser racional.
Tsubasa: Pero queremos hacerlo-Determinó, su voz firme y decidida.
Kojiro: Creo que lo mejor será decirles un día antes de la batalla. Así, ni papá ni mamá podrán detenernos-Opinó después de pensarlo, convencido de que esa era la mejor estrategia.
Los príncipes: Creo que es lo mejor-Respondieron al unísono, sintiéndose aliviados por tener un plan.
Ishizaki: Ahora que lo tenemos decidido, será mejor entrenar muchísimo y ayudar a planear un buen plan de ataque-Mencionó, ya más calmado, sintiendo que tenían una dirección clara.
-Así fue como los príncipes y las chicas, cada uno por su lado, comenzaron a planear lo que harían una vez que llegara el día de la batalla, decididos a protegerse mutuamente sin saberlo.
