Narrador omnisciente:
-La noticia de que Wendy había despertado se extendió como la pólvora por todo el reino, trayendo un estallido de alegría entre sus ciudadanos. Tras su despertar, su recuperación fue rápida; apenas abrió los ojos, recibió una transfusión de sangre vital que necesitaba para sanar sus órganos dañados. Dos días después, Wendy se encontraba tan animada como siempre, sentada en la cama con una venda en su abdomen. Sin embargo, a pesar de que el peligro había pasado, debía guardar reposo absoluto, lo que no le hacía gracia a la joven de rizos:
Wendy: Chicas, por favor, déjenme levantarme un ratito, solo una vez…-Pidió desesperada, sus ojos brillando con impaciencia.
Todos: No-Contestaron al unísono, la determinación en sus voces era inquebrantable. Desde que despertó, la habitación se había llenado de amigos y familiares, tanto de la guardia como de los príncipes y reyes.
Flor: Wen, te quiero, pero deja de quejarte. No pasará nada si te tomas unos días libres-Respondió, sentada a su lado con una sonrisa tranquila.
Wendy: A este paso, me volveré débil si descanso demasiado-Se quejó, haciendo un puchero que se les hizo muy tierno.
Taro: Claro que no, Wen. No digas tonterías-Replicó, sentado al otro lado de la cama, intentando contener una sonrisa.
Wendy: Pero…-Intentó replicar, pero fue interrumpida.
General Hiroshi: Si no dejas de quejarte, enana, te quedarás un mes entero sin hacer nada. ¿Me oíste?-Amenazó, aunque su tono era más preocupado que severo.
Coronel Ken: Muy bien dicho, General Hiroshi. Wendy, debes reposar. Luego podrás volver a entrenar, pero debes ser paciente-Coincidió con un suspiro. Pensar que pudo perder a una de sus protegidas le había dolido más de lo que podía expresar.
Wendy: Está bien-Aceptó de mala gana, cruzando los brazos.
Ishizaki: Jajaja, vamos, Wen, no es para tanto. Solo serán un par de semanas-Dijo para animarla, acariciándole la cabeza con cariño.
Wendy: Lo sé, lo sé. Lo siento…es que no estoy acostumbrada a estar en cama tanto tiempo y no hacer nada...-Susurró, aunque todos la escucharon.
Hikaru: No me digas que nunca te has resfriado-Bromeó, haciendo reír a todos.
Wendy: Sí, sí, me he resfriado, pero saben a lo que me refiero-Replicó con una leve sonrisa, sintiéndose más relajada.
Genzo: Pronto volverás a entrenar, enana. Paso a paso. Pero ahora, ¿Recuerdas lo que soñaste mientras estabas en coma?-Preguntó con curiosidad, acercándose más a la cama.
Wendy: Sí…bueno, solo algunas partes. Se hace borroso conforme más intento recordarlo-Contestó, haciendo una mueca al intentar recordar lo que había visto en su sueño.
Yayoi: ¿Y qué viste?-Cuestionó con entusiasmo.
Wendy: No era tanto lo que vi, sino lo que ¿Sentí?-Intentó explicar, su mirada perdida en los recuerdos-Era un lugar cálido, pacífico. No sentía dolor, ni ansiedad, ni miedo…estaba feliz y muy relajada. Y cuanto más estaba allí, más quería quedarme, como un sueño del que nunca quieres despertar. ¿Entienden?-Bajó la mirada, sonriendo al recordar aquel lugar.
Jun: ¿Y? -Consultó, presionando suavemente para que continuara.
Wendy: Y…creo…creo que vi a mi madre-Respondió, dejando a todos sorprendidos. Sabían que había perdido a sus padres desde joven, pero no esperaban que se encontrara con el espíritu de su madre. Llevó una mano a su pecho sin dejar de sonreír-No le vi la cara, pero…algo dentro de mí me decía que era ella-Explicó, el brillo en sus ojos era evidente.
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Nuestras Guardianas (Capitán Tsubasa)
Non-Fiction-En el majestuoso Reino del Sol Naciente, siete jóvenes guerreras han sido entrenadas para ser las más formidables protectoras del reino. Cuando el Rey Felipe convoca sus servicios, las Guardianas Black Hearts se enfrentan a una misión inesperada: p...