Capítulo 3

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Samantha Pov.

Lo primero que hice al despertar fue mi rutina de siempre, llevar a mis hermanos a clases. Luego llegue a casa y mi mamá con pena me pidió ir al supermercado porque ya no había nada que comer. Por suerte, me había quedado dinero del que le pedí a Nelala así que fuí y traje todo lo necesario para al menos una semana más. Lo que más deseaba en el mundo era poder tener todo el dinero necesario para que mi mamá y mis hermanos vivieran felices y jamás volver a pasar hambre, y sé que lo conseguiré. Mi madre besó mi mejilla cuando le pedí que me preparara algo rico de desayunar. Aunque ella siempre cocinaba rico, no importaba si era un plato bien elaborado o unas simples tostadas. Noté que estaba un poco triste pero no hice preguntas al respecto.

Entré a mi habitación, tomé mi celular y miré la fecha. Comprendiendo el estado de ánimo de mi mamá, me puse igual. Me senté en el borde de mi cama y las lágrimas bajaron simplemente cuando el recuerdo de mi papá llegó a mi mente.

Mi papá había muerto en una carrera de autos callejeras cuando apenas Verónica tenía dos años.

Recuerdo como esa noche él me decía que ganaría mucho dinero, que no iba a perder por nada del mundo porque quería comprarle un gran regalo de cumpleaños a Verónica y quería celebrar junto con nosotros.

*Inicia Flashback*

-Papá, ¿puedo ir contigo? -pregunté.

-Hija, ven aquí... -me senté al lado de él- nada me gustaría más que llevarte de copiloto, que te conviertas en mi guía en mitad de una carrera. -sonreí- Pero tu madre se molestará... empezará a gritarme por subirte a ese auto a toda velocidad... Ella se preocupará y ninguno de los dos quiere eso ¿verdad? -negué con la cabeza- Bueno, yo prometo que regresaré y te diré lo bien que me fue, te diré que el equipo Rivera ganó, porque somos un equipo ¿cierto? -yo asentí sonriente- ¿Puedes quedarte con mamá y asegurarte que tus hermanos duerman temprano hoy?

-¿Puedo jugar con Verónica hoy? Juro que no lo haré llorar haciendo que vea monstruos en el televisor otra vez. Y mucho menos me reiré de eso. Sólo quiero jugar con él. -él se río.

-Sí, pero hazlo dormir temprano y asegúrate de que Chris y mamá coman antes de acostarse, ¿lo prometes?

-Lo prometo. -sonreí.

-Esa es mi chica.

*Fin del flashback*

Las lágrimas corrían por mis mejillas sin poderlas detener. El vacío que había dejado mi papá volvía a hacerse presente.

*Inicia Flashback*

-¿Por qué estamos aquí, mamá? -ella me ignoraba mientras hablaba con un señor- ¿Por qué me ignoras? ¿Por qué todos aquí me ignoran? -me cruce de brazos irritada.

De pronto mi mamá se desplomó en el suelo, arrodillada y llorando mientras cubría su rostro con ambas manos. Me arrodillé frente a ella y la miré.

-Mamá ¿qué tienes? ¿Por qué lloras? ¿Te duele algo? Mamá... -me levanté y miré a un señor con una bata blanca, era un doctor.

-Señor, a mi mamá le duele algo porque cuando a mí me duele algo lloro, así como ella, y mis hermanos también lo hacen. -él se había agachado y me miraba- ¿Puede ayudarla por favor? Yo... yo no sé qué hacer y no quiero que llore. Mamá es fuerte, ella nunca llora. Pero ahora creo que enserio le duele algo. ¿Puede ayudarla? Por favor.

-Mami solo necesita un abrazo, ¿crees que puedas dárselo? -yo asentí y salí corriendo hasta donde estaba mi mamá. La abracé lo más fuerte que pude y segundos después ella me envolvió en sus brazos también.

Kilometraje | RivariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora