Pov Samantha.
-¡Ari!
-¿Dime?
-¿Fresas o manzanas? -pregunté con dos bandejas con las ya mencionadas frutas. Una en cada mano.
-¡Fresas!
Sonreí y guarde lo que ella había rechazado y llevé conmigo las fresas y un poco de nutella.
Me senté junto a ella en el sofá de la sala y rápidamente Leah corrió hasta mi, se sentó en mis piernas y esperó paciente que yo le diera una de aquellas fresas junto con el chocolate.
Desde el juicio, hace tres meses, Abril, la bebé y yo, disfrutábamos cada momento juntas. Ya no había miedos. Ya no había mentiras. Ya no había porqué ocultarnos.
Yo cuidaba de mi familia y pedía a gritos que el bebé que venía en camino, naciera ya. Hoy en la tarde iríamos al doctor y nos diría el sexo del bebé, por fin. Estaba ansiosa y nerviosa, creo que más que Abril.
Si era niña quería tanto que se pareciera a Abril, aunque ella exigía que fuese lo que fuese, tuviese mis ojos. Y si era niño, apuesto que sería el niño más lindo de la faz de la tierra. De lo único que estaba segura era que lo amaría sobremanera, niño o niña.
-Samantha mira, se está moviendo.
Ella tomó mi mano y la puso sobre su barriga abultada. Yo puse toda mi atención en ella y de repente, sentí una patada en mi mano lo cual me hizo sonreír. Miré a Abril y ella me miraba con tanto amor en sus ojos que fue abrumante todo lo que estaba sucediendo.
-Mami, yo quiero tocar a mi hermanita.
Ella estaba segura que sería una niña.
Puso su mano junto a la mía y segundos después llevó sus dos manitas a su boca y la tapó, agrandando sus ojos y elevando sus cejas. Luciendo completamente adorable. Yo la miré y una lágrima corrió por mi mejilla. Abril la atrapó y acarició mi mejilla, mirándome tiernamente.
-Lo siento. Esto del embarazo me tiene sensible. -escuché la carcajada por parte de Abril y sonreí.
-¿No debería ser yo la que diga eso? -dijo con una sonrisa.
Me encogí de hombros y ella negó con la cabeza mientras sonreía.
Leah comenzó a acariciar la barriga de Abril y yo decidí agarrar mi teléfono y tomar un foto, la subiría a mi instagram luego.
-Debes comer mucho chocolate porque dicen que eso hace que el bebé se deje ver mucho más rápido.
-¿Entonces podrías darme otra fresa con chocolate? -me sonrió y yo no podía negarme a eso.
-Toma, mi cielo.
Duramos así un rato más en el que Abril y Leah se comieron todas las fresas de la bandeja y jugamos con Leah a armar cosas.
En la tarde, Molly había quedado en venir a cuidar a la bebe aquí en nuestra casa así que ya estaba en el cuarto con ella mientras yo iba detrás de Abril para poder irnos. Llegamos a la camioneta y abrí la puerta para ella quien, después de una sonrisa, se subió y partimos.
-Hola, Abril.
-Hola, Doctora.
-Recuéstate en aquella camilla por favor, en un segundo estoy contigo.
Abril caminó hasta la camilla y con mi ayuda, se recostó como la doctora había dicho. A su lado había una máquina en la que todos los meses veíamos al pequeño ser que se formaba dentro de mi rubia. Aunque era totalmente indescifrable para mi, decían que estaba bien y creciendo, eso era lo único importante en mi vida.
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Kilometraje | Rivari
FanfictionAbril Garza ha entrado muy rápido en los negocios de su padre. A sus 22 años maneja algunas de las Empresas Garza, y se ha encargado de ganarse el respeto de todos los que trabajan para ella. Se había convertido en una persona dura en los negocios...