Kilometraje | Rivari

Capítulo 20

Pov Abril.

Ojalá pudiera abrirse un hueco debajo de mí, para que me arrastre se cierre y me dejé fuera de este mundo. Pero no, ahí estaba yo siendo besada por Juan frente a Samantha. Por suerte, se separó de mi y se despidió de mi secretaria. Pasó al lado de Samantha y se despidió también.

-Puedes pasar Samantha.

Ella, sin decir nada, camino hacia mi y al pasar a mi lado no me miró, entró a la oficina y yo cerré la puerta detrás de mi. Estaba de pie de espaldas a mi, observé su cuerpo y su atuendo, ¿POR QUE TIENE QUE SER JODIDAMENTE LINDA? Esto es torturante.

Caminé hasta mi escritorio para quedar frente a ella.

-No recordaba que teníamos una cita hoy. -fue lo único que se me ocurrió decir.

-Ya veo. -fue lo único que ella dijo.

Se sentó en la silla de costumbre y cruzó sus piernas, cruzó sus brazos a la altura de su cuerpo y me miró. El brillo de sus ojos había desaparecido al igual que su sonrisa. Frente a mi solo había una Samantha fría, distante y hermosa. Revisé en mi computadora el porqué de esta reunión, realmente estaba distraída.

-Oh, la carrera. -Samantha asintió- Bien. No hay mucho de qué hablar, tus otros patrocinadores se encargarán de que tengan todo listo para ese día, me han informado que saldrás de primera por haber ganado la carrera anterior, no es una carrera de vueltas es de un circuito que te darán ese mismo día.

-Okey.

La observé y ella me sostuvo la mirada, sus ojos estaban un poco más oscuros pero hermosos, suspiré pues sabía que estaba molesta o tal vez dolida y al instante odie verla así por mi culpa.

-Samantha yo...

-¿Ya puedo irme? -me interrumpió.

-No, Samantha déjame explicarte, yo...

-No me tienes que explicar nada. -me volvió a interrumpir.

Su tono de voz era más ronco que antes y su actitud era a la defensiva, no podía culparla. Cubrí mi cara con ambas manos con los codos apoyados en el escritorio.

-¿Terminamos?

Elevé mi mirada.

-No te vayas. -murmuré.

Tenía la sensación de que apenas Samantha cruzara esa puerta, iba a perderla. Pero quizás ya la había perdido. Las lágrimas amenazaban con salirse y el nudo en mi garganta se formaba cada vez más difícil de digerir.

-¿Tiene alguna otra cosa que decirme acerca de la carrera?

-Samantha necesito que hablemos. -Samantha negó con la cabeza y agachó la mirada- Por favor, debo explicarte, -susurré- cuando fuimos a almorzar alguien nos tomó una foto saliendo del restaurante, la han publicado y mi padre la ha visto. El llamó a Juan y hablaron. Le dijo que tenía su bendición si el quería invitarme a salir y así lo hizo. Mi papá me obligó a salir con él, me decía cosas que no quiero repetir y... -suspiré- Lo siento Samantha.

-¿Por qué te besó?

-Me ha pedido que sea su novia.

-¿Y?

Yo asentí y ella lo entendió. Agachó su mirada y se levantó, yo hice lo mismo y en un segundo rodeé el escritorio y estaba parada frente a ella.

-No te vayas.

-Debo irme.

-Tu querías decirme algo ayer, por eso viniste hasta aquí dímelo.

Samantha negó con la cabeza y se volteó para caminar hasta la puerta, sujeté su brazo e hice que me mirara.