Capítulo 28

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Pov Abril.

-¿Estas lista, mi amor? El chico de las maletas ya llegó.

Entró al cuarto mientras yo terminaba de cerrar mi maleta, escuchar aquel "mi amor" me sacó una sonrisa, como cuando estas en el colegio y tu primer amor te dice cosas lindas y tu sientes esa extraña pero agradable sensación en tu estómago, parecía una adolescente enamorada pero poco y nada me importaba.

-Sí, lo estoy, vamos. -me acerqué y besé sus labios antes de salir de la habitación.

Al salir, el chico nos esperaba con un carrito en el que transportaba las maletas, nos dirigimos al ascensor y bajamos hasta el lobby. Me acerqué para cancelar los gastos de nuestra estadía ahí.

-Hola... Aquí está la llave de la habitación.

-Gracias por preferir nuestros servicios, esperamos que haya sido de su agrado. Que tenga un buen viaje.

La miré y fruncí el ceño.

-¿No me cobrarás? -dije riendo mientras sacaba mis tarjetas.

-¿Eh? La habitación ya ha sido cancelada al igual que todos los gastos. -elevé mi mirada y subí una ceja.

-¿Por quien?

-Permítame. -miró su pantalla- Samantha Rivera, señorita.

Solté un suspiro y negué con la cabeza mientras agradecía y me despedía de aquella chica. Caminé hasta donde estaba Samantha que veía atentamente su teléfono.

-Hey. -ella me miró y sonrió- ¿Se puede saber por qué pagaste todo tu sola?

-Porque si y créeme, no tendremos una discusión sobre esto. Ya vámonos. -sonrió.

Negué y le di un suave golpe en su hombro mientras caminaba al auto.

-¡Auch!

De camino al aeropuerto tuve que llamar a mi papá, suspiré y me resigné a lo que seguramente el me diría. Pero nada me haría cambiar de opinión. Marqué su número y esperé ansiosa a que atendiera.

-Hija.

-Hola papá.

-¿Cuando regresas?

-¿Cómo estas? -rodeé los ojos.

-Cierto, disculpa. Bien ¿y tú?

-Bien... Oye, tengo pensado tomarme unos días de vacaciones, en verdad, lo haré, voy camino al aeropuerto.

-¿A dónde te vas? -dijo simplemente sorprendiendome.

-Solo me iré, voy a desconectarme un rato, así me relajaré. Llamaba para que le digas a mi mamá y así no se preocupan.

-¿Sola?

-Sí.

Solté un suspiro y volteé a mi lado, Samantha estaba recargada al asiento viendo por la ventanilla. No podía decirle que iba con alguien porque preguntaría con quien y si le decía que con Samantha probablemente me buscaría y me llevaría de vuelta a Miami.

-¿Llevas las tarjetas contigo, no? Espero que no te falte nada y que tengas unas lindas vacaciones, las mereces.

-Sí, no te preocupes. Gracias papá, te llamo cuando pueda, adiós. -Y colgué. En ese momento Samantha volteó a verme sonriente- Jerry, yo tomaré unas vacaciones, al igual que tú. Así que puedes dejarme en el aeropuerto e irte.

-Pero señ...

-Es un orden. -sentencié.

Al llegar al aeropuerto, Jerry se fue dejándonos en la entrada con nuestras maletas. No quise tomar el Jet privado porque entonces mi papá sabría a donde iría, así que tuvimos que ir a comprar los boletos. Antes de comprar Samantha y yo tuvimos una pequeña discusión por quién pagaba los boletos, claro que yo gané.

Kilometraje | RivariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora