Pov Abril.
Apenas llegué a aquel restaurante quise irme, yo solo quería estar abrazada con Samantha en aquella cama pero no pude. Tener que levantarme y verla dormir ahí, desnuda tan plácidamente solo me hizo querer no salir de aquella habitación, se veía tan hermosa, tan tierna y perfecta. Esta mañana mientras me duchaba yo solo pude darme cuenta de que Samantha se convirtió en alguien importante para mi, que ella había logrado entrar en mi corazón como nadie lo había hecho antes, no creo que esté enamorada pero sí sé que me estoy enamorando. Sentí una mano posarse en mi cintura y volteé para encontrarme con un apuesto y elegante Juan, claro que Samantha era mucho más hermosa. Sonreí como pude.
-Hola hermosa, es bueno verte. -se acercó y me forcé a no voltear la cara, juntando así nuestros labios en un corto y rápido beso, por suerte.
-Hola.
Me llevó hasta una mesa y, como un buen caballero, jaló la silla para que yo me sentase. Agradecí y el se sentó frente a mi y pedimos nuestro almuerzo.
-Tu padre me contó sobre el nuevo proyecto de las empresas Garza.
-Sí, está en marcha.
-Hará una sociedad con mi padre para los hoteles que quiere en Colombia.
-Grandioso. -dije simplemente.
Comenzó a hablar acerca de él, de lo que haría mañana y pasado, también de lo que haría en una semana. Puro trabajo y yo comenzaba a aburrirme. Mientras comíamos el seguía hablando y yo me preguntaba como es que alguien no se cansa de hablar tanto de sí mismo.
Cuando por fin terminamos de comer me invitó a un bar-café bastante elegante también. Estuvimos ahí hasta que uno de sus guardaespaldas se acercó, le dijo algo al oído luego me miró.
-Ya tengo que irme, ¿Quieres que te lleve al hotel?
-Oh no, Jerry está aquí, él me llevará no te preocupes.
-Está bien, nos vemos en Miami en unos días. -se levantó y se colocó frente a mi. Mierda- Te llamaré cuando llegue a New York.
-Está bien. -sonreí falsamente.
El se acercó y puso sus manos en mis mejillas.
-Eres hermosa. -dijo. No causo el mismo efecto a cuando Samantha me lo decía pero era lindo de su parte.
-Lo sé. -musité.
El sonrió y estoy segura que esa sonrisa derretiría a cualquier chica. Juntó sus labios con los míos y cerré los ojos con fuerza, esperando que dejara de besarme rápido. Jaló mi labio inferior con sus dientes y luego se separó.
Lo ví alejarse y solté el aire que traía comprimido en mis pulmones, pedí un trago un poco más fuerte y me quedé un momento ahí sentada, sola. Un chico se acercó a mi y Jerry llegó rápidamente a mi lado también, le sonreí a mi guardaespaldas y le hice seña de que lo alejara.
-Fuera. -dijo simplemente y aquel chico se retiró sin decir absolutamente nada.
Me levanté de la silla y caminé hasta el auto.
-Al hotel, Jerry. -dije una vez comenzó a manejar.
Abrí la puerta con cuidado y me quité los zapatos de tacón en la entrada, quería asustar a Samantha en caso de que estuviera por ahí en la habitación, pero no la vi. Llegué hasta el cuarto y ahí estaba.
-No puedo creer que siga dormida. -dije sonriendo.
Estaba boca arriba y la sábana la tapaba hasta el cuello. Me subí suavemente a la cama hasta quedar a la altura de su rostro, le di un beso en la mejilla y ella ni se movió, sonreí y me incliné para besar sus labios. Repartí varios besos desde su boca a su cuello, bajé lentamente la sábana y ella seguía desnuda. Con la punta de mi lengua tracé un camino desde su cuello hasta su pezón, lo envolví con mis labios y jugué con mi lengua en uno de ellos.
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Kilometraje | Rivari
FanfictionAbril Garza ha entrado muy rápido en los negocios de su padre. A sus 22 años maneja algunas de las Empresas Garza, y se ha encargado de ganarse el respeto de todos los que trabajan para ella. Se había convertido en una persona dura en los negocios...