Capítulo 8

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Pov Abril.

-Señorita Garza, la fiesta de la empresa es este viernes y ya está todo listo. -me informó Laura, desde el umbral de la puerta de mi oficina.

-¿Han enviado ya las invitaciones? -pregunté, alejando mi vista del computador.

-Sí. Todos los que trabajan con las empresas Garza están invitados. -asintió mi secretaria tranquila.

-¿Tienes la lista? Envíala a mi correo, por favor. -le pedí amablemente, sonriendo. Ella me devolvió la sonrisa, y asintió.

-Cómo ordene.

La verdad era que... sólo quería asegurarme.

Y sí, Samantha Rivera estaba en la lista.

Los días transcurrían y las cosas en la empresa estaban un poco tensas, el trabajo más la fiesta tenía a todos patas arriba, esta semana fue estresante, pues mi padre quería que todo saliera perfecto. Pero, en fin, llegó el viernes.

La junta directiva de las empresas Garza había decretado dar libre a sus empleados este viernes, pues quería que las señoritas tuvieran todo el tiempo que quisieran para la fiesta. Gracias, papá.

-Molly, ¿qué te vas a poner? -dije junto al teléfono.

-No lo sé aún, Ari. Algo cómodo, voy a sacar fotos todo el evento. Llama a Camila. -me dijo en un tono aburrido.

-Bueno, adiós. -no la dejé despedirse, colgué y rápidamente llamé a Cami.

-Hey, Ari. -me saludó contenta.

- ¿Qué te vas a poner para hoy? -no respondí su saludo. Dios, estaba muy nerviosa.

-Cualquier vestido. ¿Desde cuándo te preocupas tanto por tu ropa? Siempre te pones un vestido de los miles que tienes y asunto resuelto. -respondió confundida.

-Sí, pero... -intenté defenderme, pero Camila se adelantó a responder.

-Ella va. -no preguntó, lo afirmó. Yo tragué grueso.

- ¿Qué?

-Tu corredora. Va a ir a la fiesta. -soltó una pequeña risa- Por eso estás así. Ni creas que no me di cuenta cómo se miraban, Ari. -podía jurar que estaba sonriendo.

-¿Ella me... me miraba como si yo le gust... olvídalo. -negué, soltando un largo suspiro.

¿Yo, gustarle a Samantha? Que estupidez.

-Sí. Suerte hoy, Ari. Nos vemos más tarde. -me colgó, sin dejarme decir algo más.

Mierda. Y más mierda.

Pov Samantha.

-Listo. No iré. -me lancé sobre mi cama. Viendo a Rocio verme con diversión.

-Tienes que ir, imbécil. -se cruzó de brazos- ¿Sabes lo afortunada que eres si te llega una invitación VIP a una fiesta de las empresas Garza? -soltó, negando. Yo rodeé mis ojos. A veces exageraba demasiado- Por dios, Samantha. Sigamos buscando algo que ponerte. -se dió la vuelta, buscando en mi closet.

-Me sentiré tan incómoda. Todos se verán tan elegantes y tan de mundo. -solté un pequeño gruñido de frustración, cubriendo mi rostro con mi almohada. Escuché a Rocio suspirar- Yo...no podré... -suspiré decepcionada.

Rocio quitó la almohada de mi rostro, y tomó mis mejillas con delicadeza, haciendo que la viera fijamente.

-Hay, mírame. ¿Hay algo que te ha quedado grande en la vida? -preguntó, alzando una ceja. Negué, bajando la mirada- No. Tú eres increíble, Samantha. Apenas llegas a un lugar causas sensaciones en todos los que te observan, hoy no será diferente. -palmeó suavemente una de mis mejillas.

Kilometraje | RivariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora