Pov Samantha.
Miré a Abril a los ojos y vi una pequeña sonrisa formarse en sus labios mientras apretaba fuerte mi mano, y yo, petrificada en aquel lugar, solo podía mirarla. Mi corazón latía fuerte y mis piernas amenazaban con dejar de cumplir su función. ¿De verdad dijo lo que tanto desee? ¿De verdad sus padres lo han escuchado? ¿De verdad terminó su estúpida relación con el estúpido aquel? Todo estaba en total silencio, nadie se movía, quizás todo a mi alrededor se había detenido, ¿estaré soñando? Si es así, que nadie me despierte. Iba a ser feliz con Abril, sea donde sea, frente a quien sea. Seríamos ella y yo, sin importarnos nada.
-¿Qué? -pregunto Abelardo asombrado y enojado a la vez.
-Dije que Samantha es mi novia, es la persona de la que estoy enamorada, ella es con la que me quiero casar, con la que quiero formar una familia. -terminó de decir Ari, para después verme con un brillo poco usual, que solo se ve cuando ella está viendo algo que desea o le gusta demasiado.
-¿Eres feliz? -le pregunto su mamá con una sonrisa.
-Nadie jamás me había hecho tan feliz como ella. -contestó sin dejar de verme a los ojos.
-Debo irme.
Miré a Abelardo pero ya el estaba caminando hacia la puerta, Abril me soltó y fue tras él, pero Adriana la detuvo.
-Dale tiempo.
Abril asintió y agachó la mirada, me acerqué a ella y simplemente la abracé, dejé un pequeño beso en su frente y ella me rodeó la cintura con los brazos.
-Te amo. -susurré.
-Y yo te amo a ti, Samy. -dijo fuerte y claro.
Yo sonreí pues sabía que ella quería que su mamá lo supiera y entendiera que es amor, simple y puro amor.
-Y bien, ¿qué vamos a comer?
- Pedí sushi.
Me guiñó un ojo y fue hasta la cocina a servir mientras yo me fui donde Leah y Amairani quienes jugaban sentadas tranquilamente en el piso.
-Hola pequeñas.
Leah sonrió al escucharme, yo me senté en el piso y Leah se sentó en mis piernas mientras seguía jugando con las piezas de madera.
-¿Es tímida? -preguntó Amairani.
-Un poco. -sonreí.
-No ha hablado mucho desde que estoy aquí.
-Es muy pequeña aún, ni siquiera tiene tres años.
-¿Te gusta ser mamá? -casi me ahogo con mi propia saliva. Eso no lo vi venir. Ni siquiera lo había pensado de esa manera- Es que... Si mi hermana y tú están juntas, Leah es hija de ambas ¿no?
¿Abril querría eso? Ella no lo había dicho antes, jamás me propuso compartir la custodia. Yo tampoco se lo pregunté pero...
-¿No estas muy pequeña para sacar esas conclusiones?
-No.
Me reí y me levanté cargando a Leah. Caminamos hasta la cocina y vi a Abril y a Adriana hablando animadamente lo cual era bueno, según mi punto de vista.
-Oh, cariño, hablábamos de ti.
-¿De mi? -pregunte confusa.
-No, de ti. -señaló a Leah mientras Abril reía. La bebé, sorpresivamente, extendió los brazos y se dejó cargar de Adriana.
-Espero que se lleven bien. -Abril dijo con una sonrisa a su mamá.
-Dile eso a tu hija, yo ya parezco amarla.
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Kilometraje | Rivari
FanfictionAbril Garza ha entrado muy rápido en los negocios de su padre. A sus 22 años maneja algunas de las Empresas Garza, y se ha encargado de ganarse el respeto de todos los que trabajan para ella. Se había convertido en una persona dura en los negocios...