Capítulo 15

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Pov Abril.

Sentí cómo unos brazos me envolvían. Yo aún estaba algo aturdida, pero la voz del comentarista me volvió a traer a la realidad, mientras el abrazo de Molly me dejaba sin aire.

-¡Sorprendente, señoras y señores, sorprendente el espectáculo que estos corredores nos han permitido ver!

-¡Y que se abrochen bien los cinturones!, ¿no, Bratt? -otro comentarista habló, se les notaba exaltados, no los culpaba- ¡Samantha Rivera arrasó el día de hoy contra todo pronóstico!

-Al parecer tendrán que empezar a apostarle a esta chica. ¡Nos vemos mañana en la vuelta final!

-¡Rivera ganó! -me gritó Molly, haciéndome voltear y dejar de prestarle atención a los comentarios que seguían dando sus opiniones sobre la carrera.

-Lo sé, ¿no es increíble? -sonreí un poco- Vamos, tenemos que ir a...

-Felicidades, señorita Garza. -uno de los patrocinadores se acercó a nosotras.

Varios de ellos estrecharon mi mano, y yo, aún sin entender porque me felicitaban a mi, les devolví el apretón con una pequeña sonrisa.

Miré a mi alrededor en busca de su familia, pero al parecer se habían adelantado y ya no estaban en la sala. Tomé el brazo de Molly y la jalé hasta la salida.

De camino a mi encuentro con Samantha, me sentía ansiosa por abrazarla. Quería salir corriendo, parecía que me habían inyectado adrenalina, pero mi faceta de "hija del empresario Abelardo Garza", me lo impidió, así que me limité a caminar rápido.

Cuando llegué, la tenían envuelta en un abrazo grupal, cómo la vez pasada. Sonreí y esperé a que fuera mi turno. Cuando se separaron, aproveché que le permitieron respirar para acercarme, en cuanto me vió sus ojos se agrandaron y una sonrisa se formó en sus labios al verme, o tal vez quería creer eso. Se acercó a mi y yo extendí los brazos, ella me abrazó por la cintura y yo envolví mis brazos por su cuello.

-Felicidades, Samantha. -susurré.

-Lo hice por la pizza. -susurró también, en un tono juguetón. Solté una carcajada aún abrazándola, ella siguió mi risa.

-Puedes invitar a tu familia si quieres. Podemos celebrar el triunfo todos juntos. -ofrecí, escuchando su risa apagarse de repente y una gran sonrisa a cambio salió.

Ella me soltó y gruñí para mis adentros. ¿Por qué debía alejarse tanto?

-¿De verdad? -parecía una niña pequeña. Sus ojitos brillaban incluso más que cuando vio su auto por primera vez.

-Claro que sí.

-Gracias. Yo... les diré ahora mismo. -asintió.

Sus ojos brillaban como nunca antes y la sonrisa no se borraba de su rostro. Yo me encontraba encantada de verla así.

Samantha se alejó para acercarse a su madre, yo me quedé en mi lugar viendo su interración.

-Mamá, la señorita Garza quiere que vayamos a cenar con ella y sus amigas. ¿Quieres? -le preguntó en un tono suave.

Debía admitir que dí un pequeño paso hacia ellas para poder escuchar un poquito de su conversación.

Su madre se veía algo insegura.

-Samantha, no creo que sea bue...

Me tomé el atrevimiento de hablar, quería ver a Samantha feliz y sabía que ir con su familia lo haría.

-Por favor, señora Rivera. Me complacería que me acompañara. -le dije, viendo a la mujer fijar sus ojos en mi. Nunca me había fijado, pero sus ojos eran igual de cálidos que los de Samantha, pero bañados en una dulzura, tal vez de madre- Debemos celebrar que su hija ha ganado, y ganará mañana. -asentí, haciéndola sonreír.

Kilometraje | RivariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora