Pov Abril.
Llego a casa y la cena está a punto de comenzar, he llegado a tiempo, por suerte. Un beso más de Samantha y no llegaba aquí hoy. ¿De verdad estaba pensando tener sexo con ella? ¿Cómo será? ¿Será tan buena como la imagino? Ya basta.
-Qué bueno que llegas, tus tíos ya están aquí. Siéntate.
Sonreí simplemente y me senté junto a Amairani.
Durante toda la cena hablaron de cosas que no les presté atención, en mi mente sólo había una persona, Samantha. ¿Como iba yo a sobrellevar esto que me está pasando con ella? Porque no puedo negarlo, las especulaciones que salieron en aquella revista eran ciertas pero no estaba preparada para algo así y mi familia mucho menos. Cuando mi padre leyó aquel articulo inmediatamente enloqueció y me pidió hacer los arreglos para comprar todo, despedir a quien escribió eso y así seguir con nuestras vidas. También se encargó de comprar todas y cada una de las revistas que circulaban por la ciudad. El tenía la estúpida teoría de que las cosas se arreglaban así, con dinero. Aunque el creyó que todo aquello era falso, me preocupó el hecho de su reacción. ¿Y si se entera que en verdad si hay algo entre ella y yo? Lo creo capaz de desaparecer a Samantha de la faz de la tierra y eso me aterra. Comprobé mi mayor miedo, mi papá es homofóbico.
La cena terminó y me despedí de todos con la excusa de que estaba muy cansada, subí a mi habitación y me dejé caer sobre mi cama. ¿Qué pensará Samantha sobre todo esto? Pensará que soy una idiota niña mimada que no quiere que hablen sobre ella o sobre su orientación sexual, pero no es así. En realidad soy una idiota niña cobarde que le teme a la opinión de su padre, su más grande ejemplo a seguir. ¿Qué puedo hacer?
Una lágrima rodó por mi mejilla y así, me quedé dormida.
La habitual alarma me despertó, pero hoy no quería ir a trabajar tan temprano. La empresa es mía, yo soy mi jefa y si mi padre quiere despedirme pues que lo haga. Me enrollé nuevamente en mi cama y apagué mi celular.
Hacer esto de vez en cuando no era tan malo, cuando desperté nuevamente todo mi cuerpo estaba relajado, estiré mis brazos por encima de mi cabeza y estiré mis piernas. Encendí mi celular y eran las once con cinco minutos del día, iría a trabajar después de almuerzo.
Me metí en la ducha y luego me cepille los dientes, peine mi cabello y me vestí. Cuando bajé a la cocina, no había nadie de mi familia.
-¿Quiere algo de comer señorita Abril?
-No, no te preocupes, saldré en un momento.
Me coloqué los lentes oscuros y salí. Mi nuevo guardaespaldas me estaba esperando en la entrada.
-Buenos días, ¿se siente bien señorita?
-Sí, ¿por que?
-Su padre me ha llamado a decirme que si se sentía indispuesta podía tomarse el día completo.
-Solo dormí de más, no te preocupes. Vamos, muero de hambre.
Abrió la puerta y entré en aquella camioneta, mi padre me ha pedido que esté todo el tiempo con Jerry pues han llegado varias amenazas en contra de nuestra familia, por lo que no pongo objeción.
-Molly, ¿puedes salir a almorzar?
He llamado a mi mejor amiga pero estaba en una sesión fotográfica que no la dejaba ni respirar.
Una sonrisa se coló por mis labios al pensar en alguien, marqué su número y al segundo tono respondió.
-Hola.
- Hola Ari.
-¿Podemos vernos ahorita?
-¿Ahorita? Claro, tu dime donde.
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Kilometraje | Rivari
FanfictionAbril Garza ha entrado muy rápido en los negocios de su padre. A sus 22 años maneja algunas de las Empresas Garza, y se ha encargado de ganarse el respeto de todos los que trabajan para ella. Se había convertido en una persona dura en los negocios...