Kilometraje | Rivari

Capítulo 34

Pov Abril.

"Te amo" repitió mi mente. Ella pareció haberse quedado dormida luego de decir aquello pero no conseguía conciliar el sueño. La miré y su rostro estaba muy cerca del mío, mi respiración y la de ella fácilmente se mezclaban. Fue entonces en ese momento en que el pensé "¿La amo?" Mi corazón estaba acelerado y no fue hasta ese momento en el que me di cuenta pues parecía querer salirse de mi pecho. Examiné cada una de sus facciones y recordé cómo me mira, cómo me sonríe, cómo me toca, cómo me hace sentir, cómo me hace querer ser mejor, cómo hace que olvide el mundo, cómo me hace reír, cómo me trata, cómo se queda despierta hasta tarde cuando traigo trabajo a casa sólo para que al irme a acostar en la cama ella esté ahí para que yo me acomode perfectamente entre sus brazos, cómo es con su familia, cómo lucha, cómo me busca en la cama a mitad de la noche para asegurarse de que sigo ahí a su lado. Ella ha estado para mi todo este tiempo, soportando estar a escondidas, soportando a Juan y, la verdad, no sé que haría si ella se fuera de mi lado. Ella vale la pena, por ella me arriesgaría a enfrentar a mi papá pero tengo miedo, sigo sintiendo miedo.

-Yo también te amo. -susurré aunque ella estaba completamente dormida.

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Al despertarme Samantha estaba acariciando mi abdomen muy suave, cuando la miré ella estaba apoyada en su mano que estaba sobre su codo en el colchón, miraba lo que hacía en mi piel y aún no notaba que yo me había despertado pero me reí y ella subió su mirada.

-¿De qué ríes? -sonrió.

-Nada... Buenos días.

-Buenos días, preciosa.

-¿Tienes mucho rato despierta? -ella negó con la cabeza y volvió sus caricias en mi piel descubierta.

-Ari... Sé que ayer antes de quedarme dormida dije algo que quizás pudo asustarte. -me miró e interrumpió antes de que yo dijera algo - Dejame terminar ¿sí? Sé que quizás, no lo sé, es muy rápido o tu no lo sientas pero no lo dije esperando un "yo también" de vuelta. Lo dije porque lo siento, porque cada vez que te veo a los ojos siento que se me corta el aire, cada vez que me hablas mi corazón se acelera y cuando me tocas mi cuerpo reacciona como nunca antes. Se que te amo porque eres la única persona a la que quiero besar, tocar, la única que me hace reír de cosas a las que seguramente a nadie le darían risa, contigo disfruto el tiempo, cada segundo que paso a tu lado me gusta y siempre deseo poder verte mas tiempo al día. Se que quizás ahora yo no pueda darte todo lo que mereces o lo que tienes, no puedo darte estos lujos a los que estas acostumbrada y sé que quizás tu familia nunca me acepte por eso, aparte del hecho de que soy una chica, -rió- pero yo no dejaré de luchar para darles todo, a ti y a mi familia. Yo lograré estar a tu altura Ari, ya verás... Se que no es fácil, se que hay muchos obstáculos pero lo que siento por ti es tan grande que no creo que pueda frenar ahora.

Mis ojos estaban cubiertos de lágrimas mientras la escuchaba, cuando terminó me lancé a sus brazos envolviendola, busqué sus labios con los míos y la besé suavemente.

-Yo también te amo, Rivera. -susurré contra sus labios y ella sonrió abrazándome mas fuerte.

Luego de eso hicimos el amor, y aunque ya haya dicho esto antes, lo hicimos como nunca antes. Yo lo sentía así, cada caricia, cada beso, cada roce con ella parecía nuevo y creo que nunca me podría cansar de eso pues me fascinaba.

Nos duchamos y quise quedarme con Samantha, pero ella me dijo que iría a casa de Vicky mientras yo estaba en el trabajo así que no me preocupé.

-Buenos días, señorita Garza.