Pov Samantha.
Aquellas palabras habían salido de mi boca sin haberlo pensando mucho. Y ella me miraba, y yo me ponía nerviosa. ¿Realmente quería pasar el resto de mi vida con Abril? La respuesta llegó a mi mente y era muy sencilla: sí.
-Escucha. -la hice sentar ahorcadas sobre mi y tomé sus mejillas- Sigo sorprendida porque no eres lo que esperaba, eres mucho más de lo que esperaba cuando llegaste a mi vida y te fuiste haciendo un hueco en aquel corazón adolorido. Poco a poco recuperé a tu lado las ganas de amar, de amar incondicionalmente y dejarme querer. Se que dijimos que iríamos despacio, que nos tomaríamos nuestro tiempo. Pero no hay sosiego ni tranquilidad en este amor, que es todo urgencia y pasión, así que no puedo ir más despacio, no puedo esperar tanto. Dicen que algo como esto sólo se siente una vez en la vida. Dicen que cuando llega el verdadero amor, se nota. Y en este tiempo he confirmado mis sospechas: te adoro irremediablemente y no voy a luchar contra ello. Así que ahora quiero avanzar en este camino de amor. La seguridad de la firmeza de nuestro amor, la energía que me dan las risas compartidas, la calma de las confidencias y la vitalidad de nuestros planes e ilusiones. No te estoy pidiendo que nos casemos mañana, o pasado. Incluso creo que deberíamos esperar hasta que yo esté bien, no quiero que te cases conmigo estando en una silla de ruedas. La boda puede esperar si así lo deseas. Pero te estoy pidiendo que seas mía, que cada mañana tenga el privilegio de verte a mi lado y cada noche de acostarme sabiendo que estas conmigo, que cada mañana te bese, que cada desayuno sea compartido, que cada alegría sea vivida juntas. Y cada lágrima sea en el hombro de la otra. Quiero besarte antes de irme a dormir y quiero también que Leah se nos meta en la cama porque tiene miedo. Quiero que Leah lleve nuestros apellidos. Quiero verla crecer junto a ti. Quiero ayudarte cuando lo necesites y que me ayudes cuando te necesite. Quiero poder presentarte a mis amigos como la mujer que amo y me ama. Quiero pasar los domingos viendo películas animadas hasta que Leah se duerma y, entonces, ver una romántica. Quiero hacerte el amor, cada noche, cada día. Quiero que nos mudemos a una casa, nuestra casa, en la que Leah tenga un jardín donde jugar y tengamos un perrito. Quiero una familia contigo, Ari. Quizás estoy pidiendo demasiado pero es lo único que imagino cuando estoy contigo. Un futuro. Por favor, dime que sí, yo no puedo imaginar vivir sin ti, no puedo imaginar besar otros labios que no sean los tuyos, no puedo imaginarte abrazando a otra persona que no sea yo, por favor, Ari, cásate conmigo.
No había dejado de mirar sus ojos en ningún momento mientras hablé, se habían cristalizado y no podía hacer más que acariciar sus mejillas suavemente con mi pulgar. De pronto, sentí sus labios chocar con los míos, cerré los ojos y disfruté de su beso.
-Iba a decirte que sí incluso antes del primer por favor. Incluso antes de que comenzaras a hablar ya tenía mi respuesta.
Sonreí contra sus labios y ella besó mi sonrisa. No podíamos besarnos porque las sonrisas no nos dejaban, pero podía abrazarla, fuerte.
-Sé que no tengo un anillo ahora mismo, y que esto no es como en las películas o como en los libros de tus autores favoritos, sé que quizás tu pedías un príncipe azul, pero te prometo que jamás nadie te ha amado ni te amará como yo, ni la mejor película del mundo podría recrear un amor como el nuestro.
-No llegó un príncipe azul, pero llegó una princesa mucho más sexy, -reí- y yo no quiero un amor de película porque a las dos horas acaba. Tu amor es mucho mejor que el de libros porque lo estoy viviendo, tu me haces sentir cosas que jamás pensé sentir. Tu estás ahí para mi incluso cuando hago las cosas mal. Me cuidas, me proteges. Amas a Leah y me amas a mi. La mayoría de las personas dejan pasar amores así porque les aterra sentir, pero yo no quiero ser así, yo quiero vivir contigo, quiero que seas mi principio y mi fin. Te amo, Samantha Rivera, te amo, -me besó- te amo, -beso- te amo, -beso- te amo.
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Kilometraje | Rivari
FanfictionAbril Garza ha entrado muy rápido en los negocios de su padre. A sus 22 años maneja algunas de las Empresas Garza, y se ha encargado de ganarse el respeto de todos los que trabajan para ella. Se había convertido en una persona dura en los negocios...