Pov Abril.
Al abrir mis ojos noté que Samantha no estaba a mi lado, fruncí el ceño y cubrí mi cuerpo con una sábana mientras buscaba algo que ponerme, cuando lo conseguí y me vestí salí a la parte trasera de nuestra cabaña, la que daba al mar, lo primero que vi fue una mesa servida, frutas, pan, bebidas preparadas y a una Samantha arreglando todo, al verme elevó la mirada y sonrió.
-Hey, buenos días.
Se acercó y me abrazó por la cintura, me dió un corto beso y luego me miró.
-Buenos días para ti también.
-Pedí el desayuno pero arregle esta mesa para que luciera mucho mejor, ¿que tal?
-Muero de hambre. -Samantha rió- ¿Qué?
-Siempre tienes hambre. Ven. -tomó mi mano.
Jaló la silla para que yo me sentara y sonreí ante su gesto, luego se sentó ella.
-¿Qué quieres hacer hoy?
-Lo que quieras.
-Escoge tú.
Empezamos a comer luego de decidir que haríamos esquí acuático, lo disfrutamos bastante aunque me caí y infinidades de veces, cuando le agarré la técnica empecé a divertirme como debía, luego de eso fuimos a comer a un lugar bastante bonito y por último terminamos en una fogata a la orilla de la playa.
-Esto es realmente bonito.
-Sí.
Sacó la botella de la cubeta con hielo que nos trajeron y sirvió dos copas, luego se acomodó detrás de mi abriendo sus piernas para que yo me recostara mi espalda en su pecho con vista al mary me rodeó con sus brazos.
-Samy quiero que sepas que no serás la única que luche por esto. -me di la vuelta y puse mis piernas encima de las de ella- Desde que tu llegaste a mi vida me sacaste de una monotonía en la que estaba atrapada, te colaste en mis pensamientos día y noche y sin poder evitarlo te convertiste en la mayor razón de mi sonrisa. Tus malditos ojos me tienen completamente hechizada... Yo... Intentaré terminar esa estúpida y falsa relación lo antes posible, me mudaré y podremos estar juntas el tiempo que sea en esa casa, sé que esto será difícil por mi culpa pero intentare hacerlo más llevadero para las dos, solo... Quiero intentarlo, quiero seguir despertando a tu lado, quiero prepararte el desayuno todos los días y besarte antes de salir a trabajar, quiero que hagamos el amor mil veces y nos besemos cada vez que queramos, tu eres todo lo que yo quisiera tener en mi día a día y sé que jamás me cansaría de ti. Solo... Seamos fuertes ¿si? Por más difícil que resulte, por favor Samy, nunca te alejes de mi porque no lo soportaría.
Sus brazos me rodearon la espalda y me juntó más a su cuerpo, yo la abracé por el cuello y así estuvimos por un rato, no se cuanto tiempo pero se sentía bien, le había dicho a Samantha todo lo que quería decir y me sentía jodidamente bien entre sus brazos, por esto quería luchar, por esto lo haré.
-No me iré a ningún lado a menos que tu así lo quieras. -puso ambas manos en mis mejillas- ¿De acuerdo?
Yo asentí y una lágrima rodó por mi mejilla, no sé si por felicidad o por miedo de que ella me dejara cuando la realidad nos atacase, sus labios atraparon aquella lágrima, simplemente la besó y yo sonreí, luego sus labios atraparon mi labio inferior suavemente, comenzó a besarme de manera dulce y tierna, en esos besos Samantha hacía que mi corazón saltara de alegría porque sentía cuanto amor tenía ella por mi, podía sentir que me quería, que era mía y que yo era completamente suya.
-Vámonos. Te haré el amor como jamás te lo he hecho. -yo sonreí contra sus labios.
-Samantha, no podemos estar haciendo el amor a cada segundo del día.
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Kilometraje | Rivari
FanfictionAbril Garza ha entrado muy rápido en los negocios de su padre. A sus 22 años maneja algunas de las Empresas Garza, y se ha encargado de ganarse el respeto de todos los que trabajan para ella. Se había convertido en una persona dura en los negocios...