SAMANTHA
Es sábado por la noche, estoy vestida para mi fiesta de promoción. Sé que no es lo esperado pero estoy muy emocionada por este puesto, un paso más para llegar al lugar que quiero.
El vestido que compré con ayuda de Lizzie, es hermoso. De color mostaza, llega un poco por debajo de mis rodillas, ajustado a cada curva de mi cuerpo, en la parte del pecho tiene un escote en v y gracias a mi sangre latina, mis pechos se ven grandiosos en la tela. Mi pelo que suele caer en ondas desordenadas, hoy con especial cuidado definí cada crespo y lo recogí en lo alto de mi cabeza. Un maquillaje encargado de cubrir las imperfecciones de mi piel, eso sí, en los ojos si me esmero más, el color miel resalta por el color de mi vestido.
Me siento feliz, siento un pequeño pellizco de tristeza pero lo empujo bien abajo, nada puede arruinar mi noche.
Recojo mis cosas para salir de la casa. Encuentro a Elizabeth en la sala esperando por mí. Esta vestida con un vestido rojo increíble, resalta su piel morena, los genes de sus padres lograron una mezcla llamativa.
Nos subimos en el auto que compartimos, Elizabeth, como la controladora que es, maneja.
- No podemos dejar que estos vestidos se desperdicien esta noche - salimos de casa hacia el lugar en donde será la fiesta –, cumplo mi misión en la fiesta y salimos a una discoteca.
- ¿Sebastian no tiene ningún plan para ustedes dos? – no había pensado en Sebastian en todo el día, ese pensamiento me hace parar en seco.
- No me ha dicho nada - me molesta un poco darme cuenta de eso –. Cuando lo vea en la fiesta le decimos que queremos ir a una discoteca.
- No quiero respirar el mismo aire que ese monstruo - nos reímos de su comentario –, pero si van los otros chicos quizás me arriesgue.
- Eres la mejor.
En ese momento recibo notificaciones de mensajes entrantes, reviso y para mi sorpresa son de Luke y Thomas, amigos y compañeros de banda de Sebastian y amigos míos.
Luke: ¡Felicidades Sammy! Te mereces este reconocimiento. Disfruta de tu noche.
Thomas: sabía que lo ibas a conseguir Sam. Pásatela bien. Te debo un postre.
Desde el día que los conocí con ellos dos he sido cercana, Thomas es un cerebrito, lee y escribe además de ser parte de la banda, tenemos un humor parecido, salir con él es agradable y divertido. Él sabe de mi obsesión por los postres, invitar al otro a comer postre es nuestra señal para salir. Por el otro lado, mi amistad con Luke está un poco unida a Sebastian, son amigos cercanos, muchas veces he salido con Luke y nuestra amistad pasó de ser mejor amigo de mi novio a ser mi amigo. A primera vista Luke puede ser calmado y callado, pero cuando lo conoces más a fondo, es una bola de energía y comentarios divertidos. Es muy dulce y atento con las personas que lo rodean, es el extremo de Sebastian pero se complementan. En donde Sebastian es agresivo y directo, Luke es suave y amigable. Cuando Luke está presente, las conversaciones fluyen sin problemas y todos nos divertimos.
Respondo ambos mensajes, no ignoro que Sebastian no ha escrito nada pero seguro lo veré en la fiesta.
Rápidamente llegamos al lugar. Mis compañeros de trabajo me felicitan, mis jefes me llaman para informar que pronto uno de ellos dirá unas palabras para mí. El ambiente está lleno de alegría y buena energía. Estoy feliz del reconocimiento que recibo, acompañada de mi mejor amiga, solo falta que mi novio este presente.
La noche pasa y llamo a Sebastian, no contesta mi llamada ni los mensajes que le he dejado, falta poco para que mis jefes digan las palabras y yo agradezca. Confío en que llegue a tiempo.
Elizabeth lleva a mi lado toda la noche, ha sido una compañía distractora, debe sentir que algo va mal.
- Oye, no vayas a llorar mientras agradeces – siempre enemiga de las lágrimas.
- No pidas cosas imposibles Lizzie.
Terminamos esa conversación por que empiezan los discursos, rápidamente mis jefes hablan y cuando menos lo espero es mi turno.
Disfruto de este reconocimiento y promoción, hago bien mi trabajo, amo lo que hago, no importa si al principio me encuentro con obstáculos, todo valdrá la pena cuando llegue a donde quiero llegar.
Me retiro a un lado del grupo de personas para revisar mi celular, esperando un mensaje de Sebastian explicando porque no llegó. No me sorprende ver que no tengo ningún mensaje de su parte, no devolvió las llamadas, no respondió mi pregunta de si había pasado algo.
Creo que ya no hay vuelta atrás cuando no derramo lágrimas por su desplante y lo único que siento es cansancio. No me sorprendió que hiciera esto.
No merezco esto.
No merezco ser tratada de forma indiferente y grosera por mi novio.
No debería aguantar este tipo de tratos. Este es el momento para terminar esto. Merezco ser feliz y estar con Sebastian me hace sentir miserable.
Elizabeth se acerca y veo en su mirada que reconoce lo que me pasa. No dice nada, solo está ahí esperando a que hable.
Sebastian no merece mi tiempo y mi cariño, así que tampoco se merece una explicación cuando elimino su contacto de mi celular y borro los mensajes que nos hemos enviado.
Siento que poco a poco ese peso que me presionada en el pecho va desapareciendo.
- Hoy es un buen día para beber y bailar - agarro a Lizzie del brazo y caminamos hacia la salida.
Me perdí en la relación con Sebastian, durante meses lo único que he sentido ha sido rabia, desconsuelo y traición, necesito recuperarme y salir a beber y bailar hasta la inconciencia suena bien.
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Hands in the dark ( #1 Trilogía Heatstroke)
RomanceSamantha solo quiere amar las cosas sencillas de la vida: reírse en el trabajo con sus amigos, tener citas espontáneas con su novio y compartir historias con alguien antes de dormir El problema radica en que su trabajo es una mierda, su novio un imb...