LUKE
- Tú serías mi único centro de atención, Sammy.
Joder.
No debí haber dicho eso, no tenía que abrir mi bocota y dejar salir mis sentimientos como si fuese enjuague bucal. La actitud de Samantha seguía siendo relajada en torno a mí, no me había dedicado miradas raras o comentado algo pero la duda de si me había escuchado o no seguía dando vueltas intensamente en mi cabeza y no me dejaba tranquilo.
Ya habían pasado tres días desde el incidente y mi cabeza había distorsionado tanto el recuerdo que ahora me veía a mí mismo como un maniático, mirándola dormir mientras decía de la forma más extraña posible que la quería. No era divertido percibirme a mí mismo como el Edward Cullen de esta historia pero la noche anterior había visto Crepúsculo con Martin y la imagen mental no se iba de mi cabeza.
Deseaba volver a como era antes, donde yo pensaba en silencio que Sammy era la persona más hermosa del mundo y ella se iba a casa con Sebastian. Pero ahora verla devolverme la sonrisa y compartir recuerdos solo empeoraba mi situación. Situación que no había cambiado porque ella seguía siendo la chica que me veía como únicamente un buen amigo pero sobre todas las cosas, quien estuvo con mí prácticamente hermano, y había códigos que no rompería.
Este deprimente ciclo de pensamientos se acaba cuando me detengo frente al apartamento 9D y doy pequeños toques en la puerta. Observo la rendija de abajo oscurecerse antes que se abra y me siento en partes iguales triste y aliviado al ver que se trata de Camille.
- ¡Hola Luke!
- ¿Día libre? – pregunto sonriendo y dándole un pequeño abrazo de saludo mientras entro en la habitación.
- Así es, mi plan era pasar todo el día durmiendo pero me desperté a las ocho de la mañana y he dedicado todo el día a estudiar cirugía abdominal – suspira la chica, estirándose y apuntando a la barra americana llena de libros, resaltadores y anotaciones.
- Puedes salir del trabajo pero el trabajo jamás sale de ti – admito riendo, dejando mis manos en los bolsillos traseros de mi jean y dando un repaso rápido por la sala de estar.
- Sammy no está – dice Camille, dándome una sonrisa imposible de descifrar -. Hoy Danielle tenía un reportaje especial y está trabajando doble turno.
- Oh, genial...- respondo asintiendo y sintiéndome ridículamente fuera de lugar -. ¿Mr. Darcy está listo?
- Sí, me acompañó toda la mañana con mis estudios – me explica la chica riendo, mientras busca al perro en una de las sillas blancas de la barra y lo abraza contra su pecho -. Seguro será el perrito más inteligente en sus paseos al parque.
- No lo dudo, supongo que lo traeré de vuelta el viernes.
- Sí... probablemente Sammy estará feliz de verte.
- ¿Solo ella? – busco bromear para quitarle peso a la situación, la sonrisa de Camille me dice que no lo logré.
- Sabemos que es la única que te importa.
***
El camino hasta el estudio fue otro tren de pensamientos. No entendía que me había querido decir Camille, no sabía si era algo sencillo como que simplemente su amiga y yo éramos amigos o ella sabía algo de lo que le había dicho a Sammy la última vez que estuvimos solos en ese mismo apartamento. El ladrido de Mr. Darcy me devuelve a la realidad, decido que dejaré descansar mi cerebro un rato pues de cualquier otra forma terminaré convirtiéndome en un asesino serial.
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Hands in the dark ( #1 Trilogía Heatstroke)
RomanceSamantha solo quiere amar las cosas sencillas de la vida: reírse en el trabajo con sus amigos, tener citas espontáneas con su novio y compartir historias con alguien antes de dormir El problema radica en que su trabajo es una mierda, su novio un imb...