SAMANTHA
- ¿Ya por fin se besaron? – Lizzie está sentada en la encimera de nuestra cocina, siempre tiene a mano su computador, su libreta y sus plumones.
- Creo que me dio un beso en la esquina de mi boca.
- Eso no cuenta como beso – rueda los ojos -. Tu no tienes problemas para dar el primer paso, ¿por qué no lo besas tú a él?
- No lo sé, no siento que sea el momento correcto – acompaño la frase con un encogimiento de hombros.
- Claro – Lizzie pone los ojos en blanco, ella lo sabe.
Soy una mentirosa, por decir esa mentira tan cochina una paloma hará sus necesidades y me caerá encima.
Si sé porque no lo hago y es porque no tengo ganas.
Jake no me produce nada, es divertido, tiene buen sentido del humor, es caballeroso, es agradable, y siento que estoy describiendo al pastor de la iglesia de mí mamá. No hay más que pueda decir de él, no quiero decirle a Lizzie porque me dará su discurso de no seguir en un lugar cuando lo odias.
Camille me salva de derramar la verdad cuando llega, salió del trabajo y la estamos esperando para ver una serie de época romántica, somos tres locas histéricas por ese tipo de historias.
- Tengo energía para ver un capítulo así que empecemos con el maratón – Camille sube las escaleras para cambiarse a su pijama.
- Solo es maratón si vemos más de un capítulo Camille, todas sabemos que te quedarás dormida en la mitad del segundo – Lizzie grita mientras llevamos las palomitas de maíz al sofá –. No creas que te salvaste de decirme la verdad Samantha
No digo nada para no hundirme más en mi mentira, siento los ojos de Lizzie buscando abrir mi cerebro y saber la verdad. Tampoco le digo que gran parte de la noche estuve intercambiando mensajes con Luke.
***
Decidí poner más dedicación en mi aspecto esta noche. Me bañé con esencias, me exfolié. Puse especial cuidado en definir mis ondas y controlar el friz. Escogí un lindo conjunto de lencería negro. Mi maquillaje busca llamar la atención sobre mis ojos y mis labios rojos. Después me preocuparé por las manchas de carmesí.
El vestido es nuevo, color verde persa, con pequeñas flores sencillas en toda la tela, escote tipo corazón, las tiras se amarran y son gruesas, se ajusta a todo mi cuerpo, cae suelto hasta mis pantorrillas, tiene una abertura en un lateral. Uso mi mejor perfume y loción corporal.
Todo ese proceso para terminar en una situación incómoda que no se cómo terminé en ella.
Bueno, si lo sé.
Todo es culpa de Martin.
Él y yo nos parecemos en esto, ambos queremos decir sí a todo y por culpa de nuestra fácil disposición terminamos en estas situaciones.
El día del evento, Martin conoció a una chica del catering, según palabras de Martin "ella es caliente, yo soy caliente, deberíamos salir juntos", todo bien, pero él es un genio que logró enredarnos a Luke y a mí en una cita triple, Luke con la amiga de la cita de Martin y Jake conmigo.
Debí haberlo pensado mejor, teníamos los ingredientes perfectos para un desastre y lo es.
Todo empezó bien, Martin coqueto con todos en la mesa, yo sin poder resistirme le seguí el juego, olvidé completamente que Jake era mi cita y me dedique a charlar con las chicas, Sarah, cita de Martin, Diana la cita de Luke, muy simpáticas.
No quería pensar en lo que no sentía por Jake, esa chispa, ese calor inexistente, quería enterrar en el fondo de mi mente que había cero química entre nosotros dos. Siempre he sido buena para ignorar las cosas que no me gustan en mi vida, así que lo hice.
Si tan solo todo se hubiera quedado ahí.
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Hands in the dark ( #1 Trilogía Heatstroke)
RomanceSamantha solo quiere amar las cosas sencillas de la vida: reírse en el trabajo con sus amigos, tener citas espontáneas con su novio y compartir historias con alguien antes de dormir El problema radica en que su trabajo es una mierda, su novio un imb...